Trumpop: un presidente de comic
Todos los presidentes americanos han aparecido de alguna manera en las tramas de las aventuras de los superhéroes, pero la cantidad (y carga ideológica) de las «actuaciones» del nuevo mandatario de Estados Unidos son llamativas.
Todos los presidentes americanos han aparecido de alguna manera en las tramas de las aventuras de los superhéroes, pero la cantidad (y carga ideológica) de las «actuaciones» del nuevo mandatario de Estados Unidos son llamativas.
Cómics y presidentes norteamericanos son tan inseparables como la tarta de manzana en los menús de carretera o los caramelos en Halloween. Un Ronald Reagan fuera de control aparecía en «The Dark Knight Returns» de Frank Miller. Richard Nixon aparece en plena Guerra Fría en «Watchmen». Los dos Bush, Ronald Reagan, Bill Clinton y Barack Obama han sido habituales en las páginas de los cómics. La principal diferencia con Donald Trump (y en menor medida Ronald Reagan) es que el actual presidente ya era un personaje habitual de la cultura popular décadas antes de su paso por la Casa Blanca. El multimillonario Trump ya era conocido tanto por su excéntrico carácter, los concursos de belleza, como por sus amoríos y sonoras separaciones. Pero también gracias al reality show, «The Apprentice» (El aprendiz) que emitió con gran éxito la cadena NBC. Así, como personaje de la cultura popular y antes de que cursara la carrera presidencial había tenido diversas apariciones en los comics books norteamericanos.
En «Iron Man» número 227 (1988) Tony Stark, paseando del brazo de la chica de turno, le recordaba antes el edificio Trump que él había tenido una oficina en aquel lujoso rascacielos. Era una primera y fugaz mención de alguien que cada vez tenía una mayor presencia. Lex Luthor, el archienemigo de Superman, alcanzó la presidencia de Estados Unidos hace unos años. No es esa la única similitud entre ambos empresarios. En 1987 Donald Trump publicaba el libro «Trump: The art of the deal». Dos años más tarde, se utilizaba la misma portada para el cómic «Lex Luthor: Biografía no autorizada». Era una señal de que los caminos de ambos personajes algún día acabarían cruzándose. Ese mismo año Robert Crump, uno de los fundadores del cómic underground, acusaba a Trump de ser «uno de los hombres vivos más malvados». Y eso que Crump no se imaginaba que llegaría a ocupar el despacho de la persona más poderosa del planeta.
Ataque zombi
Quien sí que se lo imaginaba como presidente era el guionista del magazine de ciencia ficción británico «2000 AD». Allí, Trump disparaba sobre aquellos asesores que no le daban la respuesta que él esperaba en pleno ataque zombi. Era el año 2012 y ya se imaginaban el futuro inmediato de su protagonista. También poco cariño destilaba la cubierta alternativa de «The Walking Dead» Nº 109. Allí, un zombi arrancaba de cuajo la cabeza a un humano sospechosamente parecido al nuevo presidente de los Estados Unidos. Otra cubierta alternativa, en este caso de «Deadpool», en la que el mercenario bocazas lucía un tupé como el de Trump en el que gritaba «estás contratado» –imitando al empresario– a un grupo de maniquís.
Un muro en Gotham
Al iniciarse la carrera presidencial la industria cultural norteamericana se decantó mayoritariamente a favor de Hillary Clinton en contra del polémico Donald Trump. Estas críticas eran habituales en prensa y televisión, pero también tuvo su reflejo en los cómics con denuncias nada veladas de la política anunciada por el candidato republicano. Así nos encontrábamos con Oswald Cobblepot (El Pingüino) que optaba a la alcaldía de Gotham. En pleno discurso electoral dirigido a una muchedumbre enfervorecida, el enemigo de Batman pronunciaba una reconocida frase en tono paródico: «¡Cuando sea elegido alcalde voy a construir un muro alrededor de Gotham! Será un hermoso y gran muro». Algo parecido ocurría en el cómic «Wacky Races» (una puesta al día de los dibujos animados de los «Autos Locos» de Hanna Barbera). Allí, un histérico personaje con el tupé característico del millonario, vociferaba a sus rivales: «Voy a construir un gran muro, y nadie construye mejores muros que yo, créanme. Construiré un gran muro alrededor de nuestro casino, y os lo haré pagar». Sólo le faltaba levantar el dedo en su carcterístico gesto en los discursos.
Bastante menos amable, por cierto, es la situación del nuevo presidente en «Spawn Kills Everyone», la creación de Todd MacFarlane, en la que decapitaba sin piedad a Trump y a Cráneo Rojo, el nazi habitual en las páginas de Capitán América. En ellas, además, surge una crítica indisimulada cuando el nazi Cráneo Rojo se dirige a un grupo de supremacistas blancos con frases literales y muy conocidas extraídas de los discursos del republicano.
Pero Trump es mucho Trump para un solo universo. Es por eso que en «Spider-Gwen Annual» nº 1 (Marvel Comics) su protagonista visitaba un universo alternativo en el que descubría a MODAAK, un desagradable villano de cuerpo diminuto y cabeza enorme con los rasgos ya conocidos de nuestro protagonista de realidad/ficción. Y eso que se da la circunstancia que Ike Perlmutter, CEO del mítico sello de cómics Marvel donó un millón de dólares de su bolsillo a la campaña de Trump. Una donación polémica que causó no pocas críticas tanto al directivo como a la editorial a la que representa. Hay muchos más apariciones. Lo cierto que pocas veces un personaje como él ha dado tanto juego a los guionistas y dibujantes. Carne de cañón para las críticas más furibundas y los discursos más enfrentados. Un Donald Trump que es una caricatura en muchas ocasiones y que tendrá a los creadores con los lápices en alto a la espera de que de sus primeros pasos como presidente de Estados Unidos.
«Dios perdone a américa», viñetas con apellido español
Que los presidentes norteamericanos aparezcan en los cómics es algo que sucede desde los orígenes mismos del género. Harry S. Truman ya aparecía en «Captain Marvel Adventures» nº 110 (1950). JFK ya se codeaba con Superman en 1963. Lyndon B. Johnson en «Doom Patrol» nº 98 (1965). Reagan, Bush (padre e hijo), Bill Clinton y Obama también ha tenido su peso en los cómics norteamericanos. No tan habitual es la presencia en los cómics españoles (bueno, aparte de Mortadelo y Filemón de Francisco Ibáñez). Es por eso que hay que felicitar al dibujante Pablo Ríos por su rapidez y visión de mercado al publicar el pasado mes de diciembre el cómic «Presidente Trump: Dios perdone a América» (Roca Libros). Un libro divertido en el que el autor algecireño destila todo su humor ácido y contundente en una irónica visión de lo que puede ser el mandato que le espera al polémico Donald Trump.