Un Caravaggio vendido a trozos
Un mafioso arrepentido revela que el cuadro de «La Natividad con San Francisco y San Lorenzo», robado en Palermo en 1969, fue troceado y trasladado probablemente a Suiza para su venta
Un mafioso arrepentido revela que el cuadro de «La Natividad con San Francisco y San Lorenzo», robado en Palermo en 1969, fue troceado y trasladado probablemente a Suiza para su venta.
La tarde del 18 de octubre 1969, Italia perdía una de las obras más importantes de Caravaggio. «La Natividad con San Francisco y San Lorenzo» había sido robada del oratorio de la iglesia de San Lorenzo en Palermo. Ahora, casi 50 años más tarde, la declaración de un mafioso arrepentido vierte luz sobre el posible paradero y el estado del famoso cuadro.
El periódico italiano «La Repubblica» adelanta parte del contenido del informe final de la investigación antimafia, en el que se baraja la posibilidad de que la obra, en manos de Cosa Nostra, hubiera sido cortada en piezas y llevada al extranjero. El encarcelado Gaetano Grado aporta a la investigación nuevas revelaciones sobre la famosa pintura robada usando una cuchilla de afeitar que solo dejó en la iglesia el marco de madera que la sostenía. Tras las palabras de Grado, se baraja la posibilidad de que la pieza no fuera destruida después del hurto, como se creía tras la declaración del ex jefe mafioso Francesco Marino Mannoia al juez Giovanni Falcone, asesinado por Cosa Nostra, en 1992. La versión que había hasta ahora sobre la suerte de la pieza era que había quedado destrozada en un escondite de la mafia, «comida» por ratones y después quemada.
Una gran suma de francos
Sin embargo, según Grado, el robo de la obra fue idea del gran capo mafioso Gaetano Badalamenti, quien la mandó cortar en seis u ocho trozos para facilitar el transporte de la misma. Asimismo, revela, se halla en algún lugar del extranjero, posiblemente Suiza. «Ya en 1970 el jefe de la Cúpula, Gaetano Badalamenti, supervisó la transferencia al exterior de la estructura, probablemente en Suiza, tras el pago de una gran suma en francos. Badalamenti me dijo que probablemente la pintura había sido desglosada para destinarla al mercado clandestino», reza en una extensa declaración ante la comisión parlamentaria antimafia. Además, explica que antes de mandarlo fuera de Italia, como signo de ostentación y poder, todo el clan se reunió frente a la obra de arte.
Una historia que marca un antes y un después en la investigación de uno de los cuadros cumbres del maestro del claroscuro. Pero no ha sido esto lo único que Grado ha contado: en su declaración ha reconocido también al anticuario suizo que llegó a Palermo días después del robo para encargarse del trabajo sucio en el mercado ilegal. El intermediario murió hace mucho tiempo, sin embargo resulta clave para la investigación conocer su nombre, ya que datos como estos permiten la reconstrucción del robo y además, ayudan a ofrecer luz sobre la manera de trabajar de Cosa Nostra.