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Un galeón español del siglo XVII, el nuevo inquilino del río Hudson

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El río Hudson tiene este verano un nuevo inquilino: un galeón español, una réplica de un navío del siglo XVII que invita a los neoyorquinos a descubrir la historia de la navegación y cómo era la vida de los primeros exploradores españoles en embarcaciones similares.
Con visitas diarias de grupos de escolares y del público en general, los 25 tripulantes reciben hasta el próximo 18 de agosto a todos aquellos que lo deseen los secretos de esta réplica de los barcos españoles que llegaron el Caribe cuatro siglos atrás.
"En este barco de madera de 50 metros de eslora vivían 200 personas. Estaban expuestas a tormentas y ataques de piratas", contaba uno de los tripulantes del galeón, Miguel Talegón, a un grupo de niños de una escuela de Manhattan que visitó la embarcación.
Con un paseo por la cubierta, por la zona noble del galeón destinada al capitán de la embarcación o por los camarotes, los más pequeños pudieron sentirse como en una película de piratas.
"Es una atracción turística pero también cultural", dijo a Efe Talegón, "porque enseñamos la historia de la navegación marítima española, el papel que jugó entre los diferentes pueblos y la conexión que estableció entre tres continentes: Europa, América y Asia".
Desde que llegó el pasado 28 de julio a Manhattan, el galeón ha recibido la visita de neoyorquinos y de muchos hispanos "que se sienten identificados con la historia. Este era uno de los barcos que llegaban a esas áreas y muchos de sus antepasados vinieron con estos barcos", añade.
Lo que más sorprende a los visitantes, especialmente a los más pequeños, es la zona de los cañones, donde se acercan entusiasmados a observar estas piezas de artillería que tantas veces han visto en algunas de sus películas favoritas y que según les explica Talegón, "se utilizaban para protegerse de los piratas".
"También les enseñamos nuestra vida, qué hace un grupo de españoles cruzando el Atlántico, recorriendo el Caribe y ahora la costa estadounidense en un galeón del siglo XVII", comentó.
En esta aventura "cultural"a bordo del galeón, participan desde historiadores, antropólogos o periodistas con algo en común: la pasión por el mar.
Aunque el navío se ha adaptado a los nuevos tiempos y cuenta con un motor, Talegón explicó que el "rigor histórico"se mantiene.
"Tomamos duchas con agua salada, tenemos un cocinero y un gambucero que velan por que se administre la comida y la navegación a vela es a mano, como en el siglo XVII, por lo que necesitamos 15 personas para levantar las velas principales", dijo.
Según explicó, los galeones del Atlántico navegaban de España al Caribe con los vientos alisios, llenaban las bodegas en el Caribe y con la corriente del Golfo volvían a subir hasta el norte de Florida, por lo que "tan arriba nunca llegaron".
Por eso los marineros de este navío han hecho historia, ya que en el registro de la navegación no consta que ningún galeón español atracara en Nueva York, de modo que esta podría ser la primera vez que uno navega por las aguas del río Hudson.
En palabras de Talegón, la entrada a Manhattan el pasado 28 de julio fue "impresionante, viendo ese pedazo de roca lleno de edificios enormes, dejando la estatua de la libertad por babor y con la bahía llena de veleros y cruceros".
Además, el galeón cuenta con un peculiar compañero de muelle: el "Intrepid", el legendario portaaviones de la Marina estadounidense que participó en importantes batallas navales y que en 1982 se convirtió en un museo naval flotante.
La aventura "cultural"de esta réplica construida en 2009 en los Astilleros de Punta Umbría (Huelva, España), arrancó el pasado 4 de febrero dentro de las actividades que la Fundación Nao Victoria efectúa para conmemorar el quinto centenario del descubrimiento de Florida por Ponce de León y otros exploradores españoles, que significó el principio de la presencia de los europeos en Norteamérica.
Desde entonces, ha cruzado el Atlántico para "hacer las Américas"y llevar la historia española por todos los mares del mundo. Después de Nueva York, el galeón pondrá rumbo a Maryland, y volverá después a Puerto Rico y Florida, donde ya estuvo hace unos meses.