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Un planeta con dos estilos distintos

José Creuheras, presidente del Grupo Planeta, conversa animadamente con Alicia Giménez Bartlett y Daniel Sánchez Arévalo
José Creuheras, presidente del Grupo Planeta, conversa animadamente con Alicia Giménez Bartlett y Daniel Sánchez Arévalolarazon

Alicia Giménez Bartlett y Daniel Sánchez Arévalo, ganadora y finalista, respectivamente del Premio Planeta, presentaron ayer sus novelas en Madrid.

Dos autores. Uno veterano; el otro, novel; uno procedente de la literatura y el otro, del cine; una mujer, que se presentó al Premio Planeta con nombre de hombre como seudónimo; y el otro,un hombre que se presentó al mismo galardón pero con un nombre de mujer. Alicia Giménez Bartlett y Daniel Sánchez Arévalo, ganadora y finalista, respectivamente, coincidieron ayer en el Instituto Cervantes de Madrid para presentar sus obras: «Hombres desnudos» y «La isla de Alice». Para ambos ha sido una manera de salir de los senderos habituales de su escritura. Giménez Bartlett ha dejado a su personaje Petra Delicado para adentrarse en los estragos psicológicos que la crisis ha provocado en la sociedad (un argumento muy distinto de los territorios que suele explorar en sus novelas) y Sánchez Arévalo se ha arriesgado a caminar por el delgado borde de esa cornisa que es la literatura con mayúsculas, apartándose de los guiones. «El lector es siempre quien acaba de escribir un libro –dijo Giménez Bartlett–. Pasa de tus manos a los de los demás. Y es muy importante porque son ellos, las personas que lo leen, las que suman unas aportaciones propias que tú mismo eres incapaz de encontrar o de añadir. En esta obra he explorado las clases sociales, cómo hablan, que es lo que más me ha costado. Habría que decir que las diferencias de clases todavía no han desaparecido en nuestro días. Existen todavía muchas complicaciones».

Sánchez Arévalo ha escogido una historia claustrofóbica, ubicada en una isla, que es el lugar idóneo para estudiar lo que más le gusta: «Desde siempre me han fascinado las fotografías de esas familias perfectas. Sobre todo porque, en cuanto rascamos un poco en ellas, te das cuenta de que no es así. Con este relato he querido ahondar en la clase media norteamericana. He pasado mucho tiempo en Estados Unidos y éste es mi particular homenaje a ese país». Este acto de presentación estuvo presidido por Soraya Sáenz de Santamaría, vicepresidenta del Gobierno, y por José Creuheras, presidente del Grupo Planeta. También acudieron Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes, así como María Dueñas, Nativel Preciado, Quim Gutiérrez, Antonio de la Torre y Marta Rivera de la Cruz, entre otros personajes de las letras, el periodismo y el cine. Para Creuheras siempre es bueno que «los libros se conviertan en noticia», y señaló que la principal misión que ha tenido el Premio Planeta durante todas estas ediciones es «encontrar lectores nuevos».

w imaginación

Ése es, precisamente, el objetivo Giménez Bartlett, que ayer reconoció que no es una escritora dada a muchas manías, que jamás toma notas y huye de las ideas geniales que asoman a esas horas impropias en las que la conciencia está ya empañada por el sueño. «Lo de escribir para mí ya es una condena. En mi caso ya no existe otra salida. Desde siempre he intentado aplicar disciplina y entregarme a muchas horas de soledad. Yo soy mucho más observadora que imaginativa. Permito que los sucesos me penetren de una manera porosa». Un planteamiento muy distinto al de Daniel Sánchez Arevalo, quien reconoció, no sin humor, que sacar al perro le ha ayudado a disciplinarse para terminar esta obra.