Un tribunal prohíbe a la Casa de Alba vender una carta de Cristóbal Colón
Un tribunal evita así que la Fundación que preside Carlos Fitz-James Stuart obtenga 21 millones de euros para mantener su colección
Un tribunal evita así que la Fundación que preside Carlos Fitz-James Stuart obtenga 21 millones de euros para mantener su colección
Fuerte varapalo a las gestiones del patrimonio que posee la Casa de Alba. Ayer se hizo pública una sentencia de la sala de lo Contencioso administrativo del Tribunal de Justicia de Madrid por la que se desestima el recurso de la representante de la aristocrática familia contra la sentencia de 2014 que deniega la petición a la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales del secretario de la Fundación, Emilio Ramírez Matos, del 10 de octubre de 2013, para exportar una carta autógrafa del descubridor español a su hijo, «fechada en Sevilla el 29 de abril de 1498, con valor de 21 millones de euros, y destino a Londres, Reino Unido», según reza la sentencia. Según el texto, la Fundación pretendía con esta venta conseguir dinero para sufragar los gastos que genera mantener el ingente fondo artístico que la familia Alba ha ido acumulando a lo largo de los años.
Poca relevancia histórica
El archivo del Palacio de Liria es un auténtico tesoro. Entre los documentos que allí se pueden encontrar, destacan una Biblia de principios del siglo XV, capitulaciones para los matrimonios de los príncipes Juan y Juana de España con Felipe y Margarita de Austria y una primera edición del Quijote de 1605. Pero también poseen una vitrina dedicada a Cristóbal Colón. En ella se guardan memoriales, recibos, informes del descubrimiento y conquista de América, y una importante colección de cartas, unas 20, escritas por Colón, de las cuales 13 están dirigidas a su hijo Diego. Según la sentencia, la Fundación Casa de Alba eligió una de estas cartas personales en concreto para su venta «con cautela» y con la intención de conseguir «fondos para su sostenimiento», además de asegurar que «de entre toda la colección es la de menor relevancia histórica», ya que posee una cronología diferente al resto y su retirada «no rompe la continuidad con el resto de documentos» al tratarse de «correspondencia doméstica». Según ha podido saber LA RAZÓN, en la carta, en un tono muy cariñoso, Colón le pide a su hijo que le entregue a la reina «dos marcos de oro de nacimiento de granos», piezas que «antes he sufrido mil necesidades que venderlo ni fundirlo».
Este documento ya se incluyó en un facsímil titulado «Documentos colombinos en la Casa de Alba», «por lo que su apariencia y texto se mantienen para estudiosos». Pero, al final, el Tribunal ha desestimado la petición argumentando que «en el informe elaborado por la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del PHE se considera un documento relevante y que no debe dispersarse teniendo especialmente en cuenta la importancia del personaje y de las colecciones que ha formado parte», y añade que precisamente la valoración hecha por Christie’s de 21 millones de euros «puede servir de orientación sobre la importancia» de dicha carta. Para finalizar, la documentación legal concluye que no existe desviación de poder por parte de la Administración, ya que «no se pesiguen fines distintos y, por otro lado, en modo alguno se acredita, ni siquiera de manera indiciaria, que la no exportación de la carta concreta ponga en peligro la Fundación y sus concretos fines». En la propia sentencia se esgrime la posibilidad de que, al igual que pasó con un cuadro en 2002, «la negativa de la exportación no impide vender el cuadro dentro de España y obtener de esta manera su valor económico».
Agujeros que tapar
Siempre se ha sabido que los Alba no lo tiene fácil para sufragar los gastos que supone mantener todas sus propiedades y posesiones. De hecho, para conseguir que sean rentables, hace años que Doña Cayetana dio indicaciones para que empezaran a monetizarse sus posesiones. En este sentido se creó la marca Casa de Alba, en la que se venden productos gourmet, y también se han vendido objetos, como un cuarto de baño, por seis millones de euros.