Una «autopsia virtual» de Tutankamón indica que murió de mala salud congénita
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La primera “autopsia virtual” practicada a la momia del mítico faraón egipcio Tutankamón revela que no murió en accidente de carroza, como se pensaba, sino que seguramente lo hizo por complicaciones debidas a su mala salud congénita.
El programa “Tutankamón: la verdad al descubierto”, que emitirá la BBC británica este domingo, documenta los exámenes realizados por varios expertos, que averiguaron que el joven faraón, que gobernó en el siglo XIV antes de Cristo, tenía un pie cavo y, al ser fruto de un probable incesto, padecía debilitadores problemas de salud.
La “autopsia” consistió en el análisis de 2.000 escáneres informáticos y pruebas de ADN, que apuntan a que el rey egipcio, que ocupó el trono de los 9 o 10 años a los 19 -de 1.332 AC a 1.323 AC-, nació del incesto entre dos hermanos, de los que heredó una enfermedad de los huesos.
Además, las imágenes de cabeza y cuerpo revelan que Tutankamón tenía una morfología peculiar, con el labio superior prominente y caderas casi femeninas, además del pie cavo.
Los análisis indican que, debido a ese pie -que le impedía caminar sin ayuda de un bastón-, seguramente no estaba capacitado para conducir carrozas, por lo que se descarta que muriera en un accidente con ese vehículo.
Un agujero en la cabeza que anteriormente se había atribuido a un golpe que pudo causar su muerte -la teoría del asesinato- se produjo una vez fallecido, seguramente para verter la resina del embalsamado, señalan ahora los especialistas.
“Era importante comprobar su capacidad para montar en carroza y concluimos que no le hubiera sido posible, especialmente por su pie cavo, pues no podía tenerse en pie sin ayuda”, declara al periódico “The Independent” Albert Zink, director del Instituto de Momias de Italia.
Zink opina que la causa más probable de su muerte fue el empeoramiento de su mala salud congénita, si bien recuerda que el joven rey sufrió malaria, “por lo que es difícil decir si ello fue un factor importante en su muerte”.
El experto advierte, no obstante, de que se requieren más pruebas genéticas, de nuevo con muestras de sus antecesores, para establecer hasta qué punto sus problemas de salud contribuyeron a acabar con su vida.
En todo caso, la “autopsia” realizada a los restos del faraón de hace más de 3.000 años revelan que la única lesión anterior a su muerte fue en la rodilla, lo que respaldaría la tesis de muerte natural.
Esa fractura “es un buen trauma” y sucedió “poco antes de su muerte y antes de ser embalsamado”, confirma el radiólogo egipcio Ashraf Selim, quien también participó en el programa de la cadena pública BBC.
Desde el descubrimiento de la tumba de Tutankamón en el Valle de los Reyes en 1922 por el británico Howard Carter, la figura de este joven faraón, pese a ser de importancia menor en la historia de Egipto, ha suscitado gran fascinación.
El análisis de sus restos ha permitido conocer mejor la antigua cultura egipcia, especialmente los ritos funerarios de la realeza, y también ha propiciado numerosas conjeturas sobre la posible causa de su muerte.
El asesinato a manos de un ambicioso sucesor o complicaciones derivadas de una lesión sufrida cuando iba en carro, así como los efectos de la malaria, han sido algunas de las teorías prevalentes, refutadas ahora por esta nueva explicación que resalta sus problemas de salud hereditarios.
Sobre el esperado documental de la BBC, el director de la productora STV Productions, Alan Clements, anticipa que es “una épica historia detectivesca, que descubre la verdad del chico detrás de la máscara dorada”.