Premios literarios

Una comedia romántica de Use Lahoz, Premio Primavera

Después de bucear en la memoria histórica, el autor centra la novela en el Madrid de nuestros días

Lahoz y Ana María Matute, presidenta del jurado
Lahoz y Ana María Matute, presidenta del juradolarazon

El escritor catalán Use Lahoz ha obtenido hoy el Premio Primavera de Novela 2013 por "El año en que me enamoré de todas", una novela "original y brillante"que aúna dos relatos con dos tonos engarzados.

Ricardo, el protagonista de «Travesuras de la niña mala», de Mario Vargas Llosa, suspiraba por vivir en París y acabó viendo su sueño cumplido. Lo mismo le ocurre al joven Sylvain Saury, que logra que le destinen como corresponsal en Madrid. Además del profesional, su principal objetivo es recuperar el amor de una antigua novia, pero, de camino, transcurre «El año en que me enamoré de todas», que ayer logró el Premio Primavera de Novela. Use Lahoz (Barcelona, 1976) recibirá en su cuenta los cien mil euros con los que está dotado el galardón, que le fue concedido, entre otras cosas, «por haberse arriesgado en un momento tan conservardor de la novela española», según el juicio del jurado. A sus miembros (Ana María Matute, Antonio Soler, Ángel Basanta, Ramón Pernas, Fernando Rodríguez Lafuente, Ana Rosa Semprún y Berta Noy) les impresionó la combinación de líneas narrativas, pues la trama oculta otra novela.

Relato decimonónico

El protagonista encuentra un sobre en el ascensor que contiene el manuscrito «Abierto por amor», la historia de su vecino, que evoca la pastelería que regenta una familia desde principios del siglo XX, y que el propio autor define como un «relato decimonónico, un homenaje a la ficción». Todo lo contrario a la línea narrativa principal. El escritor ha realizado un importante ejercicio para encontrar un tono ligero: «Es el libro que más me ha costado escribir y del que más orgulloso me siento. Lo más complicado en la literatura es hacer que parezca fácil. Después de dos títulos tan duros me apetecía algo así», confiesa Lahoz. Si tuviera que definirlo, diría que es «una comedia romántica». Y también, añade, un «homenaje a la literatura, porque la vida sin leer es una aburrimiento». El libro estará disponible en las librerías a partir del 20 de marzo. «Ya que he recuperado la memoria histórica en mis dos últimas novelas, que estaban dedicadas a mis padres, ahora tenía que hacer memoria propia. Me lo debía a mí y a mi generación», sostiene el escritor.

Efectivamente, en «Los Baldrich» (2009), Lahoz inventa una saga familiar con aroma clásico desde el nacimiento de Jenaro Baldrich, en 1920. La imaginación del escritor nos permite asomarnos a la Barcelona de la posguerra, en la que los tres hijos del protagonista tendrán que buscarse la vida entre la codicia y la incomunicación. Su novela previa, «La estación perdida» (2012), también se sumerge en el pasado: estertores del franquismo y primeros años de la democracia, en los que el protagonista se ve obligado a emigrar, primero desde el pueblo a Madrid y después a Barcelona. Recibió el Premio Ojo Crítico por haber logrado «una historia interior que se transforma en una saga épica». El jurado subrayó que la prosa es «muy expresiva, con fuertes rasgos de ironía a pesar de la dureza de la trama, y muy cercana al lector».

Un salto generacional importante

No es el año que más originales se han presentado al galardón, los 301 candidatos están bastante lejos de los 454 de 2012, en el que se impuso Fernando Savater con «Los invitados de la princesa» e incluso por debajo de 2011, cuando el triunfador fue Raúl del Pozo con «El reclamo». El jurado ha dado un salto generacional, pues también en ocasiones precedentes se habían impuesto veteranos como Luis Sepúlveda, Agustín Sánchez Vidal y Nativel Preciado.