El vehículo anfibio, una nueva forma de visitar Lisboa
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Un vehículo anfibio, capaz al mismo tiempo de recorrer las calles de Lisboa y de navegar por el Tajo, es la nueva apuesta para promover el turismo en la capital portuguesa.
Durante su funcionamiento como autobús, este nuevo medio de transporte anfibio recorre puntos clave de la ciudad como la Plaza del Marqués de Pombal, la Plaza del Comerço, la Avenida da Liberdade o la Rua da Prata.
Ya en el agua, la perspectiva terrestre se completa con una panorámica fluvial, acompañada de la pieza "Así habló Zarathustra"compuesta por el alemán Richard Strauss, que discurre junto a clásicos monumentos como la Torre de Belem o la moderna arquitectura de la Fundación Champalimaud.
Además, el recorrido incluye otros espacios menos conocidos como la localización del reloj que marca la hora oficial de Portugal.
Estas visitas tienen una duración de hora y media, -sesenta minutos sobre tierra y treinta en el estuario del Tajo-, y son resultado de una idea, importada por su propietario desde Boston (EEUU) que se desarrolló como parte de un máster realizado en la Universidad de Harvard y se terminó por materializar en mayo de este año.
La empresa promotora ofrece también la posibilidad de utilizar este medio de transporte tan diferente a los tradicionales para eventos especiales, siempre que sea fuera del horario de las visitas turísticas que se ofrecen entre las 10 de la mañana y las 6 de la tarde.
Con diez toneladas de peso y capacidad para transportar a unas 40 personas, estas peculiares visitas turísticas garantizan la diversión y la aventura para todo tipo de público, aseguraron a Efe fuentes de la empresa organizadora.
Los precios oscilan entre los 25 euros para los adultos y los 15 del billete infantil.
La singularidad de este medio de transporte dilató 53 meses el estreno del automóvil anfibio, debido a la complejidad de los permisos necesarios para su puesta en marcha. Después de todo ese tiempo, se cifraron en más de 100.
A eso hay que añadir que cada uno de sus conductores precisan de cinco permisos, entre carnés de tierra y mar.
Las visitas se realizan con guías tanto en portugués como en inglés aunque, según indican desde la empresa Hippotrip, por ahora el 95 por ciento de sus clientes son nacionales, lo que les ha llevado a desarrollar campañas para atraer a más a turistas extranjeros.
Durante estos primeros meses de actividad,la afluencia de pasajeros ha ido en ascenso con un total de 1.700 clientes en el mes de julio, cifra que alcanzó más del doble en agosto.
En la actualidad, en Hippotrip cuentan con un único autobús-barco en funcionamiento, aunque esperan poner disponer de hasta cuatro de estos vehículos fabricados en Estados Unidos y que ya circulan por otros países como Japón, Dubai o Corea del Sur.
En Portugal, su objetivo es exportar en breve esta iniciativa a otras ciudades, como Oporto.