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La forma más mágica de recorrer España: celebra el sol en Paradores.

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  • La Razón es un diario español de información general y de tirada nacional fundado en 1998

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Hace medio siglo, algunos escritores intrépidos, como Graham Greene, Somerset Maugham, Paul Bowles o Ernest Hemingway, recorrían los pueblos y ciudades de España y se empapaban de la gente en busca de nuevas historias que contar. Durante sus rutas, siempre procuraban hacer un alto en el camino en su oasis particular: la Red de Paradores de Turismo.
Estos castillos, palacios, conventos, monasterios y edificios de arquitectura tradicional española ofrecen descanso en unas habitaciones de ensueño, que en su momento ocuparon los personajes más importantes de la nobleza y el clero, así como la mejor selección de la cocina regional española y un servicio profesional, de gran calidad.
Aquellos que ya conocen la Red de Paradores saben que la magia que envuelve al viajero cuando recorre los pueblos de Andalucía, atraviesa el Camino de Santiago o sigue los pasos de Don Quijote es mucho más intensa si el viaje transcurre de Parador en Parador, 94 posibilidades para disfrutar de su tiempo de ocio y encontrar el sol, para celebrar la entrada de la primavera.

Parador de Santiago

Hostal de los Reyes Católicos
Dicen que el "Hostal de los Reyes Católicos"es el hotel más antiguo del mundo. Sueño de caminantes y emblema de Santiago, nació como hospital y albergue de peregrinos en 1499. Su fachada de piedra, situada junto a la catedral de Santiago, constituye el ángulo de oro de la Plaza del Obradoiro. Sus cuatro claustros, la capilla, los salones, las escaleras de piedra, las obras de arte y las estancias con camas adoseladas constituyen un auténtico museo reconvertido en un hotel de cinco estrellas gran lujo. Sus dos restaurantes ofrecen delicias gallegas en forma de pescados y mariscos.

Parador de Baiona

Palacio del Conde de Gondomar
Ocupando la Península de Monterreal, es uno de los Paradores más singulares, a mitad de camino entre fortaleza medieval y arquitectura señorial gallega. Se alza como impresionante mirador sobre el océano, rodeado de un recinto amurallado, protegido por el mar y flanqueado por un hermoso bosque de pinos. Cuenta el Parador con estancias regias y elegantes en las que abundan los detalles decorativos de otras épocas. Su restaurante, al estar situado junto a las Rias Baixas, la tierra del albariño, ofrece mariscadas, rodaballos a la parrilla, filloas y un sobresaliente surtido de vinos.

Parador de León

Hostal de San Marcos
La fachada del Hostal de San Marcos, de estilo plateresco del sigloXVI, es una de las más impresionantes de España. El edificio fue un hospital de peregrinos y los arabescos y adornos de su fachada sólo son comparables a las esculturas que adornan el claustro. En su interior, más riqueza, como la escalera del hall, los espectaculares salones, las gigantescas suites, la pintura clásica española y la obra gráfica de algunos de los creadores más vanguardistas del siglo XX. El restaurante de este 5 estrellas gran lujo ofrece delicias como el cocido maragato, las alubias de La Bañeza o la cecina de León.

Parador de Cardona

Castillo de los Duques de Cardona
Cuando el viajero se acerca a Cardona (Barcelona) y divisa su castillo a lo lejos, con la colegiata, el torreón y las murallas, no puede evitar sentir trasladarse a una época muy lejana, la del siglo IX, momento en que fue construido. Su torre es incluso más antigua, del siglo II, y corona el promontorio bajo el que se asienta la villa. El Parador, en su interior, revive la época medieval, tanto en su decoración como en los objetos de arte y artesanía que llenan sus paredes. La cocina catalana puede degustarse en su comedor, donde se ofrecen surtidos de setas del bosque y tablas de embutidos.

Parador de Carmona

Alcázar del Rey Don Pedro
Desde la vega del río Corbones, a corta distancia de Sevilla, se divisa una excepcional panorámica de esta fortaleza, a la que diferentes civilizaciones han aportado lo mejor de su cultura artística. Las espléndidas vistas, gracias a un horizonte sembrado de olivos y girasoles, son las protagonistas desde su piscina y las zonas ajardinadas. En su interior, destacan el patio y la fuente mudéjar, así como sus salones regios. Las habitaciones son espaciosas, luminosas y están decoradas con azulejería sevillana y antigüedades. El comedor, uno de los más bonitos de la Red, ofrece platos especiados de aire moruno.

Parador de Granada

Convento de San Francisco
Pasar una noche en los jardines del recinto histórico de La Alhambra, entre fuentes, árboles y ventanales en arco, es la oportunidad exclusiva que brinda el Parador de Granada, antiguo convento construido por decisión de los Reyes Católicos. Hasta su patio, donde reina un silencio sólo interrumpido por el borboteo de la fuente, llega el aroma de azahar. Y sus jardines, desde los que se divisa el Generalife, son como de las mil y una noches. Bajo el artesonado del comedor y en su fresca terraza de verano se ofrecen platos típicos andaluces como el gazpacho o la tortilla del Sacromonte.

Parador de Jarandilla de la Vera

Palacio de Carlos V
En Extremadura, en mitad de los vergeles de la Vera y el Tiétar, entre gargantas de agua, piscinas naturales, bosques de castaños y robledales, se cobija este castillo-palacio que fue morada del Emperador Carlos V. De su exterior destacan los torreones, el patio de armas y su excelente piscina, con olivos y naranjos. En su interior, salones con chimenea y ambiente de caza, y habitaciones íntimas. A corta distancia, ciudades monumentales como Trujillo, Cáceres o Plasencia. Su restaurante ofrece platos típicos extremeños, como migas, sopa de patatas, puchero de perdiz o cordero a la miel.

Parador de Toledo

Cigarral Conde de Orgaz
Situado en el Cerro del Emperador, junto a un meandro del río Tajo, este Parador ofrece una panorámica inigualable de Toledo, con sus más valiosas joyas, como la Catedral, el Alcázar y las sinagogas. El Parador pone a disposición de sus huéspedes la posibilidad de disfrutar de su refrescante piscina y de planificar actividades relacionadas con la naturaleza. Desde las habitaciones, salones y terrazas se mantienen las bellas vistas de la Ciudad Imperial, mientras que el interior destaca por su amplitud y lujosas instalaciones. En su comedor, los platos más característicos de La Mancha.

Parador de Cuenca

Convento de San Pablo
El antiguo convento de San Pablo posee un privilegiado emplazamiento en la Hoz del Huécar, sobre las escarpadas paredes y entre la frondosa vegetación de las afueras de Cuenca, frente a las Casas Colgadas, comunicadas con el Parador a través de un puente colgante. Además del amplio claustro, destacan las habitaciones, acogedoras, confortables y algunas con magníficas vistas al casco histórico de la ciudad. En su comedor puede degustarse el sorprendente paté local conocido como morteruelo y otras delicias como el pisto con lomo de orza, los asados y el dulce 'alajú', de tradición árabe.

Parador de Lerma

Palacio Ducal
En la parte más alta de la villa de Lerma está situado el Palacio Ducal, que fue construido a principios del siglo XVII aprovechando el emplazamiento de un castillo del siglo XV. El edificio corona esta histórica localidad, próxima a Burgos, y en él destaca el patio central, ahora cubierto y reconvertido en un café de dimensiones extraordinarias. Sus habitaciones, clásicas y lujosas, así como sus grandes espacios, lo convierten en uno de los establecimientos más atractivos de la Red de Paradores. En su restaurante no hay que perderse los clásicos asados realizados en horno de leña.