Una feria de turismo fuera de lo común
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La Feria Internacional de Turismo Ornitológico (FIO), que se celebra desde el pasado viernes, es una "rara avis"entre las grandes ferias que se organizan en España, peculiar sobre todo por el "recinto ferial"que ocupa, en el corazón del Parque Nacional de Monfragüe, uno de los santuarios mundiales para la observación de las aves.
La FIO se ha consolidado a lo largo de sus nueve ediciones como la mayor de su género en el sur de Europa, y como la "hermana pequeña"de la British Birdwatching Fair que cada verano se celebra en el Reino Unido, un país en el que la ornitología es casi una religión.
Las cifras no son abrumadoras por el número de expositores, por la superficie que ocupa, por el número de visitantes, ni por el efectismo de las presentaciones; o sí; por el mérito que tiene transformar una pequeña pedanía cacereña y un paraje natural en recinto ferial, y por involucrar a miles de personas en talleres prácticos (rutas guiadas, avistamiento de aves o anillamientos).
Y lo es, sobre todo, por el efectismo (natural) que aportan los cientos de aves que sobrevuelan la feria, entre ellas algunas de las más emblemáticas de la península ibérica, como los buitres -leonados y negros-, los alimoches y, con suerte, hasta la rarísima y exclusiva águila imperial.
No es casual por lo tanto que este evento se haya consolidado en Monfragüe, que entre sus "títulos"acredita el de Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) -un espacio que se extiende por el Parque Nacional y las dehesas que lo circundan- y el de Reserva de la Biosfera.
Se trata además de uno de los lugares españoles donde mejor se está rentabilizando el potencial turístico de las aves, ya que cada año atrae a miles de personas, muchas de ellas extranjeras, lo que ha motivado el florecimiento de un sector muy especializado que ha visto las oportunidades de desarrollo ligadas a los pájaros (empresas de guías, casas rurales especializadas o páginas web temáticas).
Promocionar ese potencial es el objetivo de esta feria, y para ello se han reunido durante tres días administraciones públicas y empresas especializadas en turismo de naturaleza para "vender"destinos y productos, junto a otras que muestran las últimas tendencias y tecnologías asociadas a esta modalidad turística (ropa, complementos o material fotográfico).
Los "pajareros"-un término que no les resulta en absoluto peyorativo- son ahora "turistas ornitológicos", y en muchos casos personas con un alto poder adquisitivo que recorren el mundo buscando y fotografiando aves.
De eso, y de que el turismo de naturaleza se está popularizando y cada vez atrapa a un número mayor de personas, se habla en la FIO, y de abrir este mercado -que atrae a miles de europeos (sobre todo británicos, holandeses y belgas)- a Estados Unidos, a China y a Japón.
Durante los tres días que ha durado la Feria se han multiplicado los contactos entre los tour operadores de todos esos países con las empresas españolas que explotan este tipo de negocios, y los expositores han expresado su satisfacción por el alto grado de especialización de los visitantes.
Una tercera parte de la superficie española pertenece a áreas importantes para las aves (IBA, en sus siglas en inglés), y muchos de los lugares en los que se pueden contemplar y fotografiar aves exclusivas de la península ibérica son Zonas de Especial Conservación para las Aves (Zepas) y Lugares de Importancia Comunitaria (LIC), figuras de protección previstas en la Red Natura 2000.