Carlos Sainz y Alonso, los mejores

Antes de que salten todas las alarmas y algunos se lleven las manos a la cabeza por el titular de este artículo, lean la explicación. Carlos Sainz es el líder sólido del Dakar en la categoría de coches. Hasta ahí poco se puede decir, resulta indiscutible considerar al madrileño el mejor hasta el momento. ¿Y qué pasa con Fernando Alonso? Pues que perdió más de dos horas en la segunda etapa, diciendo así adiós a cualquier opción de llevarse el triunfo final, pero el resto de días ha mantenido una regularidad admirable, casi siempre entre los diez primeros, acercándose por momentos a los gigantes de este Rally en los últimos veinte años, los Sainz, Peterhansel y Al-Attiyah, inalcanzables para casi todos, también, cómo no, para un novato en esto de los raids. Porque aquí está la explicación del titular en lo que a Alonso se refiere: ser tan rápido y tener opciones de victoria en alguna etapa sin haber conducido fuera del asfalto en toda su vida le hace merecedor de todos los elogios. Fernando ha cambiado el piso firme de los circuitos, en los que ha ganado casi todo, por una orografía salvaje, caminos inexplorados, rumbo incierto y reparaciones con sus manos a pleno sol. Vamos, casi nada. Así que, me reafirmo, Carlos Sainz y Fernando Alonso, cada uno por sus méritos, los mejores en este Dakar hasta el momento.

Se juegan la vida No es el primero y, por desgracia, tampoco será el último, pero la trágica muerte ayer del piloto de motos Paulo Gonçalves nos ha vuelto a mostrar la peor cara de esta competición tan legendaria: los pilotos, en todas las categorías, se juegan la vida en cada etapa. Son terrenos desconocidos, con trampas, y en esta ocasión la desgracia se ha cebado con el experimentado piloto portugués. Sin duda, un auténtico mazazo para el Dakar. Descanse en paz.