Francis Roig (1-4-1968, Barcelona) confiesa que no es mucho de parchís. Es la excepción en el equipo de Nadal en Australia. «Antes del primer partido aquí jugamos la primera partida de 2021, algo increíble que hayamos tardado tanto, y ya te puedes imaginar quién ganó». El técnico de Rafa en Melbourne detalla cómo está el número dos del mundo.
–¿Qué tal está Rafa?
–Está con un buen nivel de tenis, aunque lo de la espalda es un hándicap. A nivel de saque ha estado correcto, no ha forzado mucho y hasta ahora ha sido suficiente porque hemos tenido dos primeras rondas asequibles para tratarse de un Grand Slam. Esperamos que vaya mejorando con el paso de los días.
–¿Qué les dicen los médicos?
–La medicina no es una cosa matemática, que vayas a hacer esto y te garantice que ya está todo bien. Somos optimistas, pero también cautos porque Rafa conoce su cuerpo mejor que nadie y está lejos de poder jugar al cien por cien. Es cierto que los problemas de espalda en lo que más le afecta es en el saque, pero es que eso repercute en todo el juego y hace que se resienta mentalmente. Hasta ahora no ha hecho falta ponernos en una situación límite, pero para hacer algo grande, que es a lo que hemos venido aquí, tenemos que estar mejor.
–No es la primera ni la segunda vez que Rafa se enfrenta a una situación así...
–No es una situación inédita. Por desgracia tiene bastante experiencia a la hora de enfrentarse a los problemas físicos, pero eso también es bueno porque muchas veces ha podido salir adelante regulándose y sabiendo muy bien cómo le iba a responder el cuerpo. Hay que ser optimistas.
–¿Es cierto lo de que la pista es más rápida que otros años?
–Sí, se nota que es más rápida. Las pelotas no son muy rápidas, se deslizan y no botan mucho. Pero es que el año pasado la pista era excesivamente lenta y eso a Rafa tampoco le conviene. Yo prefiero que esté como este año. Para los problemas de espalda, que la bola patine más le viene bien a Rafa. No creo que se haya hecho expresamente pensado para favorecer a algún jugador. Thiem nos comentó el otro día que no estaba muy cómodo y a uno como Tsitsipas le puede favorecer, pero lo importante es que nosotros estemos al cien por cien.
–¿Cómo fue la cuarentena en Adelaida?
–Complicada, pero ya sabíamos a dónde veníamos. No ha sido sencillo pasar tanto tiempo en la habitación, pasar 13 PCR’s, cumplir unas normas muy estrictas... pero ahora podemos competir y es a lo que veníamos.
–En Melbourne, ¿siguen las rutinas habituales?
–Más o menos sí. Muchas horas en el club, muchas horas en la habitación, puedes salir a cenar, salimos con la mascarilla... Aquí lo tienen bastante controlado. Una prueba es que con el positivo en el Hotel Hyatt que fue en la tarde-noche, a eso de las once teníamos un papel debajo de la puerta de la habitación en el que ya nos decían lo que teníamos que hacer. No estamos acostumbrados a algo así, pero es la única manera de hacer el torneo. Se trata de un Grand Slam y vale la pena el sacrificio. Luego es cierto que hay jugadores que no han llegado con las condiciones necesarias, pero ha sido por mala suerte. Si te toca un vuelo con positivos pues...
–Imagina un control tan estricto en España...
–No, aquí son bastante más estrictos y les funciona porque es uno de los pocos países que parecen tener el virus controlado.
–Y al fondo está el superar los 20 Grandes de Federer...
–Sí, pero no es algo de lo que hablemos. Entiendo que es un tema que está ahí porque realmente estamos delante de tres jugadores que son los mejores de la historia. En nuestro grupo no es un tema de conversación ni muchísimo menos. Prácticamente no lo hablamos porque ganar un Grand Slam es algo tan importante y algo tan Grande que no caes sin son 20, 19 o 21. Si algún día ganamos otro más, si alcanzamos los 21, pues ya veremos...
–¿Qué hubiera pensado si en su época en activo, en los noventa, alguien le dice que va a haber un jugador español que gane 20 Grand Slams?
–Le diría que qué se había tomado. Los 14 de Sampras ya parecían difíciles de alcanzar. Rafa siempre ha sido muy prudente y me acuerdo que más de una vez, cuando llevaba tres o cuatro Grand Slams, decía: «Pues bueno, si gano seis o siete será increíble». Y nosotros le decíamos: «Joder, pero es que tu eres muy, muy bueno. Si hay gente como Edberg que ha ganado seis y tu eres mejor que él». Pero Rafa siempre tira para abajo, es cauto con estas cosas.
–En la ATP Cup estuvo muy activo en el banquillo, ¿le ve como técnico o capitán de la Davis?
–A él los torneos en equipo siempre le han motivado mucho, le gusta implicarse y por su personalidad es muy de ayudar a los compañeros. Ya desde pequeñito en Barcelona le gustaba.
–¿Cómo ve a Carlos Alcaraz?
–No me sorprende. Es muy humilde, trabajador, se desplaza muy bien por la pista, es dinámico, es valiente... Creo que tiene un gran futuro y que puede llegar a estar luchando por los grandes torneos. Luego depende también la generación que te toque.