Fútbol

El Barcelona se transforma con los tres centrales, gana a la Real y es el principal candidato al título (1-6)

Gran partido de los azulgrana con un sistema de tres centrales que le funciona de maravilla a Koeman

Messi y Dest celebran el tercer gol del Barcelona, el segundo del lateral azulgrana
Messi y Dest celebran el tercer gol del Barcelona, el segundo del lateral azulgranaAlvaro Barrientos

Tantas veces zarandeado en San Sebastián, el Barcelona se dio esta vez un festín a costa de la Real Sociedad, a la que goleó de forma inmisericorde, para mantenerse al acecho del Atlético y por delante del Real Madrid. El cambio táctico operado en las últimas semanas por Ronald Koeman, tres centrales para dar así vuelo a Dest y a Jordi Alba, ha transformado a un equipo desnortado en el principal candidato al título de Liga. Que se ande con ojito el líder.

Imanol Alguacil, tantas veces acusado de temerario, quiso oponer su faz más conservadora y replegó a sus chicos, que sólo episódicamente se atrevían a presionar la salida del balón del Barça. Durante casi toda la primera parte parecía funcionar el invento, ya que la única ocasión se computaba en un disparo de Isak, tras robo a De Jong, contra Ter Stegen. En cuanto Messi tuvo un segundo para pensar, sin embargo, el cielo cayó sobre las cabezas de los donostiarras.

Fueron dos jugadas consecutivas, una por cada costado, en las que el crack surtió a sus carrileros y el balón acabó en la red. Primero, remachado por Griezmann, atento tras pararle Remiro a Dembélé el remate del pase de la muerte de la muerte de Alba. Después, Dest no tuvo más que plantarse ante el portero local y fusilarlo con un tiro cruzado. Dos chispazos directamente achacables a la idea impuesta por Koeman hace un mes: tres centrales para que los laterales multipliquen su presencia en ataque.

Los dos laterales combinaron para decantar definitivamente el duelo en la primera jugada de la segunda mitad. Alba incurrió hasta el palo, valga la expresión en su literalidad, y Dest se incorporó en el punto de penalti para completar un doblete que era el descabello para los locales. A partir de ahí, el partido se convirtió en una becerrada que aprovecharon los atacantes culés que faltaban por marcar, Messi y Dembélé, para anotar su golito, esos denominados «minutos de la basura» que los deportistas avispados aprovechan para engordar sus estadísticas individuales.

Sergio Busquets, que también ofrece su mejor cara con tres defensores cubriéndole las espaldas, lanzó una asistencia vertical a Messi, un pase de extrema dificultad, que el rosarino transformó en el 0-4 con el exterior del pie. Poco después, y tras haberle sido anulado un gol por un fuera de juego milimétrico, Dembélé se aventuró a un eslalon que culminó con un zurdazo cruzado para completar la «manita». La segunda mitad era un calvario para la Real, un equipo vistoso, pero amanerado y que acepta los resultados adversos con mansedumbre, como si no le importase perder.

En pleno carrusel de cambios, con Ronald Koeman ahorrándole minutos a sus internacionales, Barrenetxea tuvo un arrebato de rebeldía y marcó un golazo, tras conducción vertiginosa y chutazo que entró por el ángulo. Un tanto precioso que no mitiga la pésima imagen dada por una Real Sociedad que haría mejor en vigilar a sus perseguidores para aguantar su plaza de Europa League que en pensar en asaltar la Champions. Y aún le dio tiempo a Alba y Messi a montar una de esas jugadas de dibujos animados que tanto les gustan para que el capitán culé marcase el 1-6. Media docena para asustar a cualquiera..