La España de Lopetegui sigue sin perder. Cuatro victorias y dos empates es el balance de la Selección. La Roja jugó con muchas novedades, de ahí que las conclusiones sean relativas, y nuevamente lo pasó mal contra los «clásicos», aunque el apretón final le sirvió para marcharse con una sonrisa. España, que ganó prácticamente a todas las selecciones importantes durante sus años de reinado, se atropella ahora contra ellas. Inglaterra fue precisamente la última a la que había ganado, justo hace un año, por 2-0. El resto: empate con Italia en el partido de clasificación para el Mundial y en un amistoso antes de la Eurocopa ,y, lo más doloroso, derrota en plena Eurocopa; derrota en los amistosos contra Alemania, Francia y Holanda y goleada en el Mundial de Brasil contra los «naranjas» (1-5). El camino parecía el mismo ayer, pero la fe y la presencia de Iago Aspas consiguieron salvar el empate. «No puedo estar más contento por el debut. Jugar con futbolistas así hace que todo sea más fácil», afirmó el atacante del Celta. «No hemos dejado de luchar», continuó.

Tapó Inglaterra a Busquets y la luz de la Selección se apagó: pérdida de balón tras pérdida de balón hasta ver el 2-0 en contra. Mejoró la imagen en la segunda parte, en la que debutaron como internacionales Ander Herrera y, sobre todo, Iago Aspas, que fue quien dio al interruptor de encendido. «Le han puesto intensidad y han aprovechado su momento», opinó Lopetegui de los nuevos. El delantero del Celta, que entró en el descanso, fue el principal responsable de que la Selección abandonara Wembley feliz. Desde que salió lo hizo todo bien. Aportó movilidad arriba, tiró desmarques y terminó marcando un golazo. Le llegó un balón con espacios, reculó la defensa y Iago colocó el cuerpo de forma perfecta para que su disparo se colara en la portería tras tocar el poste por la zona de la escuadra. Parecía tarde, pero no lo fue. Después, Isco llegó a tener hasta dos ocasiones. Perdonó la primera, pero a la segunda acertó para lograr la igualada. El madridista también entró en la segunda mitad. Hubo soluciones en el banquillo de Lopetegui.

Aspas fue llamado de urgencia por la enésima lesión de Diego Costa. Estaba preparado para vivir las fiestas de su pueblo, Moaña, y se las perdió para estrenarse nada más y nada menos que en Wembley. Con su actuación en Londres y sus números en el Celta, se ha ganado el derecho a entrar en el debate del «9», aunque ayer actuara más abierto. No encuentra a su rematador España. Aduriz fue titular y apenas apareció. El problema estaba más atrás, en el centro del campo. Morata salió en la segunda mitad y no pudo marcar.