No era un domingo cualquiera. Desde las 9 de la mañana, los compromisarios acudieron a la Asamblea. Por la noche, partido. Desde primera hora, el madridismo me dejó sus impresiones: «Teniendo a Asensio, ¿para qué quieres a Mbappé?» o «Bale necesita confianza, se ha visto lo bueno que es» fueron algunas.

Tres símbolos

Café y pastas para todos y en la misma sala, presidida por los títulos de la temporada anterior, más de mil compromisarios esperaban al presidente. «Cómo disfrutamos en Cardiff», decía un socio a su padre. «Qué bien quedan Champions y Liga juntas tras 59 años», terciaba otro. Al son de las «mocitas madrileñas», Florentino y su junta aparecieron y comenzó el acto. Éxitos, ambición y constancia fueron claves en el discurso del presidente, orgulloso al nombrar a Zidane («el mejor del mundo»), Cristiano («camino de otro Balón de Oro») y Ramos («nuestro capitán»).

Los arbitrajes

Se preguntó a Florentino por los que no están, como Morata: «Se van los que quieren, aunque sea a clubes de no tanta dimensión». «Hay que hacer algo con los arbitrajes», protestó un socio. «El club debe manifestarse o nombrar portavoz», pidió otro. La masa social echa humo con este asunto y el presi dio un paso al frente con un guiño: «Es buen momento para cambiarlo todo». Las cuentas, como siempre, fueron aprobadas por aclamación.