El viernes ante Alemania, Sergio Ramos alcanzó la cifra mágica de 150 entorchados con nuestra Selección, algo al alcance de auténticos números uno. Todo apunta a que acabará siendo en poco tiempo el futbolista con más partidos jugados con España. Recordamos que cumple 32 años el viernes 30 de marzo y que por sus cualidades físicas, técnicas y psicológicas aún le queda cuerda para rato. Yo recuerdo lo que me comentaba de Sergio un icono del sevillismo, mi amigo Pablo Blanco: «Paco, tenemos un futbolista que va a ser un fuera de serie. Juega de delantero, pero por sus condiciones puede hacerlo en todas las posiciones. Le sobran cualidades, aunque por encima de todo hay una que destaca sobre las demás: el juego aéreo. Por arriba está haciendo muchísimos goles».

El líder

Tenía razón Pablo. La progresión de Ramos fue como un rayo: juveniles, al filial, y Caparrós que le hace debutar con el primer equipo... como lateral derecho. A partir de ahí todo el mundo ya conoce su tremenda progresión. Sergio se ha convertido en uno de los mejores defensas del planeta, si no el mejor. Y, por encima de todo, tiene madera de auténtico líder. Una gran personalidad y autoridad sobre sus compañeros dentro y fuera del campo. El capitán perfecto, el capitán de todos.

Dos sueños

El madridismo disfruta de su juego y también los aficionados españoles cuando le ven con la camiseta nacional. Sus goles le han dado al Madrid puntos y títulos. Ahora soñamos con la Champions número 13 y levantando el segundo Mundial. Sergio es el comandante en jefe tanto en la defensa del Madrid como en la Selección. Con su poderío futbolístico podemos soñar con dos grandes objetivos: el de todo el madridismo y el que sueñan todos los españoles.