Cargando...

Real Madrid

El Bernabéu se conjura

La Razón La Razón

Cuando los jugadores se iban al vestuario para el descanso del choque del sábado, el Santiago Bernabéu, de manera espontánea, los despidió con aplausos. El socio madridista ha observado con estupefacción pero sin demasiado enfado la trayectoria de su equipo. Sabe que las dos Champions son algo inédito y ese crédito no es fácil de agotar. Pero la verdad es que tenía muchas ganas de encontrarse con sus jugadores, darse ánimos y entre ambos, sumar el valor suficiente para encarar el último tramo de la temporada con la fe de quien cree que puede con todo. La primera parte del encuentro del pasado sábado fue el nexo de unión de todo el madridismo.

El himno de la Champions

Por eso, nada más terminar el encuentro contra la Real Sociedad, en vez de sonar uno de los dos himnos que suelen sonar en el Bernabéu, por los altavoces del estadio se oyó la música de la Champions. Era sábado, pero el club ya quería poner en tono a sus aficionados. Era un buen día, tras un buen partido y un buen resutado, para recordarles que el próximo miércoles lo mejor es tener a la grada empujando al equipo y no, como ocurre en ocasiones, enfrentándose a él. El sábado sólo hubo un desacuerdo entre los jugadores y los aficionados: al final del partido, Benzema falló un gol en un remate cercano a la portería y desde algunos sectores de la grada se lo reprocharon con silbidos. Desde el Madrid se quiere que no haya esos enfrentamientos en un partido en el que tanto se juega todo el madridismo.

Las noches europeas

Porque pocas cosas hay en el fútbol como una noche europea en el Santiago Bernabéu contra un equipo grande. El PSG fichó a Neymar para ganar consistencia, para ganar experiencia y por eso en las redes sociales circuló ayer una foto del brasileño tatuándose la Copa de Europa con la fecha en la que la ganó con el Barcelona. Pero, a parte de Neymar, al conjunto francés le falta peso, le falta experiencia, esa especie de intangible, tan difícil de descifrar y de cuantificar, que da el peso de la camiseta. La del Madrid tiene doce Copas de Europa a sus espaldas y eso, no se sabe bien cómo, se acaba notando.