Entre el calor y el viento, se acercan las temidas dunas

Casi 99 Km para esta etapa cuarta etapa, una etapa corta, en principio, ya que al igual que todas, no permite que los corredores se lo tomen con calma. Hoy el viento tumba todas las plumas de las marcas comerciales que patrocinan la prueba, algunas asistencias, incluso, no pueden montar su carpas. Sin embargo, con el paso de las horas, el viento dará paso a un calor aplastante.

Los corredores tendrán su primera toma de contacto con las temidas dunas. Nada imposible, pero un inconveniente más que sumar a las piernas cansadas.

Una etapa que gana Oriol seguido de Juan Pedro Trujillo, dos corredores diesel, de larga distancia, que anduvieron escapados casi toda la etapa para jugarse la etapa en un apretado sprint. El equipo Primaflor, esta dando mucho que hablar en esta prueba. Primeros en categoría "femina", un ganador y una segunda posición en etapa, y una ganadora de etapa como "femina".

Pero nosotros vamos a nuestro objetivo, al de los ciclistas amateurs, esos cuya única meta es terminar. Hay 613 corredores y hay 613 historias diferentes todas, pero muy parecidas.

A unos 400 mts de la salida, nuestro todoterreno se detiene para ayudar a un corredor caído. Otro ha chocado con su manillar y ha sufrido una aparatosa caída que tiene como resultado una rueda totalmente destrozada y la clavícula rota. Mala manera de terminar una prueba.

En ningún momento, ni en esta ni en otras caídas, hemos oído a los corredores culpar a nadie, son cosas de la carrera. En dos minutos un vehículo de la organización moviliza a un coche médico y recoge la bicicleta para continuar su camino.

La meta esta al pie de las dunas, un sitio muy bonito si no estuviésemos a estas alturas de la prueba, el cansancio se nota entre todos los integrantes de esta aventura.

Empiezan a aparecer unos personajes típicos de esta caravana, locales que se acercan a una distancia prudencial de los campamentos, por cierto, rodeados por un gran despliegue militar, a vender a los corredores, piedras del desierto, collares con fósiles, pañuelos...

Es divertido ver como se regatea con ellos, empiezan por pedirte un precio alto, por lo que estás obligado a regatear. A ellos no les ofende pero eso sí, te pondrán todas las excusas del mundo para justificar el precio que te piden. Merece la pena pasar un rato de charla con ellos.

Al final de la tarde llegan los minibuses con los Contact, que como su nombre indica, son corredores que vienen a saber que es esto de la Titan.

Por solo 1000€ disfrutaran de dos días pudiendo montar por los caminos que 15 minutos antes abran recorrido los Titanes, en total, 4 días, vuelos incluidos, para sentirse un Titan y quien sabe, quizás al año que viene se anime a hacer la ruta entera.

En esos mismos minibuses, vienen los acompañantes y los invitados VIP, casi todos responsables de las empresas que participan en la prueba.

En el campamento se respira un ambiente de optimismo. Todos están cansado pero, parece que los cuerpos se acostumbran al dolor, y aunque muchos no se pueden sentar debido a las heridas en el trasero, se nota la fuerza. Quizás porque la etapa siguiente termina en un hotel y se nos ha prometido piscina y zona protegida del viento, quizás por las visitas recibidas...

A las 12 de la noche, algunas asistencias celebran la victoria de etapa, el resto, la mayoría, se prepara para el penúltimo asalto al desierto, la temida etapa de navegación. Pero para eso, habrá esperar hasta mañana..