Selección Española
Y De Gea evitó el empate
Superó un tranquilo partido con una parada en los últimos instantes a un disparo de Darida que hubiera supuesto la igualada para los checos.
Superó un tranquilo partido con una parada en los últimos instantes a un disparo de Darida que hubiera supuesto la igualada para los checos.
Cuando terminó el partido, Iker Casillas se fue a abrazar a De Gea. El guardameta español había salvado el empate ya en el tiempo añadido, poniendo los puños para despejar el disparo de Darida de volea. Y el capitán fue a agradecérselo. Ya había dejado claro antes del encuentro que lo importante era la Selección. No se trata de cuestiones personales, se trata de España. Por eso asumió con naturalidad el relevo.
Habían pasado dieciséis años desde la última vez que tuvo que ayudar a calentar a otro portero antes del estreno en una gran competición. Era el tercer meta en la Eurocopa de Holanda y Bélgica por detrás de Molina y Cañizares. Fue el único que no jugó, probablemente como en este torneo Sergio Rico, que ayer atendía como un espectador al calentamiento de sus compañeros. Casillas disparaba a De Gea desde la derecha y Ochotorena, el preparador de porteros, desde la izquierda. Casillas centraba desde un córner y Ochotorena desde el otro. Una sensación extraña para todos, pero que los dos porteros llevan interiorizando varios meses.
Después, los 167 partidos internacionales del capitán de España se quedaron en el banquillo. Pero no hubo un mal gesto. «Iker ha tenido un comportamiento estupendo en el banquillo. Ha tenido un gran compromiso, ha estado apoyando en todo momento y se ha comportado como un jugador más», explicaba Vicente del Bosque. Iker, tras el partido, se había ido a aplaudir al público español presente en el campo. El seleccionador ya tenía la decisión tomada desde hace tiempo, pero estaba convencido de que la suplencia de Casillas no iba a suponer ningún problema para el grupo.
De Gea completó su cuarto partido oficial con la Selección, el cuarto que termina con la portería a cero. Por eso sus compañeros están tranquilos con él, a pesar de que un error en una salida a punto estuvo de provocar un desastre para España que acabó resolviendo Cesc cerca de la línea de gol. «Quien tenga que jugar lo hará lo mejor posible», dice Silva, que ayer cumplía cien partidos como internacional. «Iker es un gran portero que nos ha dado mucho y luego está Sergio, que también es un gran portero», añadía. «La portería la tenemos muy bien cubierta». «Le he visto bien. Ha hecho un par de paradas importantes», comentaba Nolito. Para el portero, igual que para el jugador del Celta, era su estreno en un gran campeonato. De Gea era el tercer portero en el Mundial de Brasil. Ahora ya es el primero y no ha notado la presión. Los que le conocen aseguran que es tan tranquilo como aparenta. Su aparición ante la Prensa sirvió para desactivar la tormenta que había generado su posible relación con el productor de películas porno Torbe.
La misma tranquilidad que transmite en la sala de prensa es la que genera en sus compañeros de defensa, que han estado muy pendientes de él durante estos días.
El partido le ayudó a mantener la calma. En la primera parte apenas tuvo que hacer una parada, que terminó deteniendo en dos tiempos. Antes de eso había vivido como un espectador más. A pesar de que los checos habían lanzado un par de córners y una falta cerca del área no le llegó el primer balón hasta el minuto 24, una cesión que tuvo que resolver con el pie.
De Gea ha jugado, con el de ayer, diez partidos con la Roja y ha ganado seis, entre ellos los cuatro encuentros oficiales que ha disputado con un total de 8 goles a cero para España.