F. C. Barcelona
0-1. Otra vez Messi de penalti
El argentino resuelve a favor del Barcelona un derbi muy disputado tras una polémica mano de Javi López, que pudo venir precedida de otra de Neymar
Un penalti transformado por Messi a un cuarto de hora para el final dio la victoria al Barcelona en el derbi contra el Espanyol.
Los jugadores del Barcelona celebraban eufóricos el triunfo en Cornellà. Puños en alto de Piqué, de Xavi... Sabían que no era un victoria más. El polémico penalti transformado por Messi enfrió un derbi caliente, trabado, muy complicado para los visitantes, y solucionó uno de los duelos más difíciles que tienen los azulgrana, reenganchados a la pelea tras el clásico del Bernabéu, hasta que acabe la Liga. Quedan siete partidos y los chicos de Tata Martino dependen de sí mismos para ser campeones.
Siete partidos (ocho con el de ayer), 21 puntos. La Liga entra en el tramo decisivo, en el que apenas hay tiempo para arreglar los errores, y los árbitros se han convertido en seres sospechosos para todo el mundo. Clos Gómez tuvo varias decisiones complicadas en Cornellà: por un lado, juzgar la dureza de los jugadores locales, hipermotivados ante el rival vecino; después, varias acciones en las áreas: Mascherano dio un manotazo a Javi López en la cara ¿fuera o dentro del área? Pareció penalti, aunque el colegiado no señaló ni la falta. Después, ya en la segunda mitad, sí vio la mano del mismo protagonista, Javi López, y señaló la pena máxima que decidió el choque. El problema es que Neymar en el control anterior, pudo ayudarse del brazo, cuestión de centímetros, como la acción de Mascherano, difícil de ver ambas incluso repetidas y parando las jugadas; dificilísimo si se tienen que pitar en segundos.
Hubo más acciones en las áreas (una de Pedro y otra de Alexis), pero el debate arbitral no debe nublar el análisis deportivo de un partido medido en litros de sudor en el que el Barça nunca estuvo a gusto. No concedió ni un milímetro el Espanyol y el Barcelona tenía dificultades para hacer circular la pelota con comodidad. Comenzó más acertado el equipo visitante, capaz de llegar a la portería de Casilla pese a la incomodidad. Neymar tuvo una oportunidad con la cabeza y otra clarísima con el pie, que mandó alto después del pase de Alves. El centro iba un poco fuerte y Ney no supo controlarlo. Estuvo el brasileño en casi todas las acciones decisivas de los suyos, peleado con Javi López en los uno contra uno, encarado con Stuani tras una escaramuza y objeto de alguna patada fea de Colotto. Porque el Espanyol jugó al límite y dejó marcado algún tobillo del rival.
Pasado el primer tramo, el duelo se le atragantó todavía más al Barcelona. Desapareció Messi y tomó protagonismo Sergio García, que recibió muchos balones en zona de peligro gracias a la presión colectiva que protagonizó junto a sus compañeros. No se juega mucho el Espanyol en Liga, prácticamente salvado y con pocas opciones de irse a los puestos europeos, pero a su eterno oponente siempre le suele hacer pasar un mal rato, como ya hizo, por ejemplo, con el Atlético, al que logró vencer. Sergio, que jugó un partidazo, se inventó un pase extraordinario que Pizzi desaprovechó, y también probó a Pinto desde lejos. El sustituto de Valdés no tuvo que hacer ninguna parada, pero se la jugó con un regate quizá innecesario. Así es él. Personalidad no le falta.
El descanso llegó y los dos equipos se marcharon con la sensación de que habían podido marcar, al principio el Barça y después el Espanyol. Nunca estuvo el duelo en el guión que tenía escrito Martino, impreciso su equipo por la intensidad del rival, a su vez precipitado cuando lograba robar la pelota. Xavi no marcó nunca el ritmo, a Cesc apenas se le vio y Busquets no dio salida a los suyos. Iniesta, reservado para la «Champions» con un golpe, no pudo ser el socio de Messi hasta el último cuarto de hora. El duelo entró en un ida y vuelta sin protagonismo de los porteros, con la pelota moviéndose en los setenta metros que van de un área a otra. Todo quedó pendiente de un fallo, un error de cálculo en el fuera de juego o una jugada a balón parado. Alves centró desde la derecha y Javi López despejó el balón con la mano en la acción más protestada de la tarde. Messi se plantó en el punto de penalti y lanzó, esta vez centrado, esperando el movimiento de Casilla, no a su derecha, donde suelen ir la gran mayoría de los penaltis que tira el argentino y donde fueron los dos del Bernabéu. Leo no dudó y el Barça vuelve a ser protagonista de la Liga. No había dicho su última palabra el Espanyol, que acabó con Javi López (otra vez él) de portero por la expulsión de Casilla. El lateral tuvo incluso un par de intervenciones, y su equipo una última oportunidad en el instante final tras un fallo de Mascherano que sofocó Piqué.
- Ficha técnica:
0 - Espanyol: Kiko Casilla; Javi López, Colotto, Héctor Moreno (Sidnei, min.48), Fuentes, David López, Víctor Sánchez, Stuani, Pizzi (Alex Fernández, min.66), Simao (Córdoba, min.78) y Sergio García.
1 - Barcelona: Pinto; Alves, Piqué, Mascherano, Jordi Alba, Sergio Busquets, Xavi, Cesc (Sergi Roberto, min.90), Pedro (Iniesta, min.77), Messi y Neymar (Alexis, min.81).
Goles: 1-0: Messi, min.77.
Árbitro: Clos Gómez (Comité aragonés). Mostró tarjeta amarilla a Stuani (min.26), Colotto (min.35), Sergio Busquets (min.45), Javi López (min.75) y Víctor Sánchez (min.85), y expulsó con roja directa a Kiko Casilla (min.83).
Incidencias: Partido de la trigésimo tercera jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio de Cornellà-El Prat ante 31.666 espectadores. Los jugadores del Barcelonas saltaron al terreno de juego con una camiseta de apoyo al meta Víctor Valdés, que en 48 horas será operado de una grave lesión de rodilla.