Si se pregunta en el Real Madrid si se sigue confiando en Carlo Ancelotti, despejan dudas y dicen que hay que ganar al Athletic Club el sábado, que hubo mala suerte contra el Villarreal. Pero añaden: «Claro que si ocurre una hecatombe...». Hace meses ni siquiera se pensaba en esa posibilidad. Ancelotti era el entrenador ideal y presionaba por su renovación. Los días han pasado y el Madrid nota el desgaste del cansancio y las bajas que ha ido sufriendo. Ya nadie habla de alargar el contrato del técnico y él sabe que se juega su futuro en los próximos meses. Si gana uno de los dos títulos, seguirá; si no lo consigue, su futuro está en el aire porque el equipo ha perdido la seguridad con la que se movía en otros tiempos. Ya ha habido conjura, reunión con el presidente y cena de la plantilla. Pero el Villarreal torció el futuro que se esperaba. Ancelotti quería llegar al Camp Nou pleno de confianza. El empate, sin embargo, ha despertado muchas dudas respecto al funcionamiento del equipo, al papel del entrenador y a la actitud de algunos jugadores al principio de los partidos, cuando el Madrid siempre recibe una ocasión de gol.

Los cambios

En los últimos cinco partidos, menos en el encuentro contra el Atlético, Ancelotti no ha hecho ningún cambio antes del minuto 70. Juega con el equipo titular hasta casi el final. Él reconoce que es un entrenador que no rota, pero que es imposible saber si eso es bueno o malo para un equipo. Ha repetido equipo en los tres últimos choques de Liga y el bloque ha sido, más o menos, el mismo durante toda la temporada. Sobre todo, en los hombres de mediocampo para arriba. Los tres de ataque juegan siempre y en el centro, sólo las lesiones han hecho variar los nombres. En el encuentro del Villarreal protagonizó el cambio más polémico desde que está en el Madrid. Quitó a Isco para dar paso a Illarramendi. No quería que el Villarreal llegase con tanta facilidad a la portería de Casillas. El Bernabéu se lo reprochó. Isco llegó al Madrid de mediapunta, ha jugado de falso nueve, de interior y en ese momento estaba jugando de segundo mediocentro en un 4-4-2. Ancelotti había quitado antes a Lucas Silva, que estaba jugando ahí sin mucha presencia, y movió a Isco de posición. Eso ocurrió en el minuto 72. Seis después, saca al campo a Illarra, para que haga lo que hacía el brasileño y después había encomendado a Isco. El Bernabéu no entendió nada. En el club se entendió menos la parálisis frente al Atlético, cuando empezó la tormenta. A Ancelotti le han faltado variantes.

intensidad

«No todo es explicable en el fútbol», dijo el entrenador italiano cuando le preguntaron por la intensidad del equipo los primeros minutos. El Villarreal pudo marcar en un balón que sacó Carvajal con la cabeza, pero es una jugada que se ha repetido varias veces este año. El equipo empieza como si tuviese todo el tiempo del mundo para ganar los partidos y se deja ir. Después, como sucedió el domingo, se queda sin tiempo de reacción. Así le hizo un gol el Córdoba, también la Real y tuvieron una ocasión el Deportivo y el Villarreal. «Intensidad» es una palabra que Ancelotti está repitiendo tanto como «equilibrio». Sin éxito. En el club no entienden cómo a algunos futbolistas les cuesta tanto meterse en los partidos. No quieren recordar la desconexión que sufrió el equipo a final de la Liga pasada.

Rivales de nivel

Durante gran parte de la temporada pasada, el Real Madrid no podía con rivales de su categoría. En 2015 esa constante se repite. Ha perdido contra el Atlético de Madrid y el Valencia y ha empatado contra el Villarreal. Sí que pudo ganar al Sevilla, en un partido en el que sufrió mucho. El próximo 22 de marzo espera el Barcelona en el Camp Nou. Ancelotti tiene dos semanas para recuperar la confianza.

Entrenamiento en su día libre

8 de noviembre

Es la fecha del último partido de Modric con el Madrid. Ya ha vuelto a entrenarse y ayer, en el día libre, lo hizo con Marcelo, Arbeloa, Carvajal y Chicharito.

Necesario

El partido contra el Villarreal es el ejemplo de lo que le necesita el Madrid. En su sitio jugaron Lucas Silva al principio, después Isco y terminó Illarramendi.

Conexión

Hasta que se lesionó, el croata había conectado con el otro mediocentro del equipo: Kroos. Ambos lideraban la estadística de pases de la Liga.