Mourinho se fue a por Alex Ferguson tras la expulsión de Nani y habló con él tapándose la boca. Si analizamos lo que dijo después, debió de comentarle que la roja era exagerada. No es la primera vez que el portugués se dirige al entrenador contrario después de una acción así. Sucedió hace tres años ante el Barça, cuando él dirigía al Inter y Motta se marchó al vestuario antes de tiempo. «Esto no ha acabado», susurró al oído de Guardiola. El Inter pasó la eliminatoria. Una temporada después, ya en un Madrid-Barça, la roja fue para Pepe en la famosa acción con Alves. Esta vez «Mou» no habló con Pep. Lo hizo con el árbitro. Una jugada esta última que Mourinho recordó ayer para compararla con la de Nani. «La expulsión ha tenido la misma influencia que tuvo la de Pepe dos años atrás. A este nivel de equilibrio, un jugador menos durante mucho tiempo cambia muchas cosas», dijo el técnico, que equiparó el fondo de la acción, no la forma, para lanzar otro mensaje al Barça: «Soy crítico con los jugadores que simulan, con los que empujan a los árbitros a decisiones equivocadas y no es el caso. Existe contacto fuerte entre Nani y Arbeloa, y el árbitro ha decidido que era roja y no amarilla». «Es una decisión difícil para el árbitro, pero ya hemos visto en otros partidos que también puede ser muy duro jugar contra diez y nosotros hicimos nuestros mejores minutos tras la expulsión», reconoció Xabi Alonso. Nani, el protagonista de la entrada a Arbeloa, se limitó a decir que a los jugadores no les dejaban hablar. Sí lo hizo Mike Phelan, el Karanka de Ferguson, en conferencia de prensa: «El árbitro arruinó el partido. Puede ser la peor decisión que he sufrido en mi carrera», aseguró antes de opinar que hasta ese momento la táctica del Manchester «estaba siendo la correcta».

Al margen de la polémica, «Mou» se mostró crítico con la actuación general de sus jugadores. Fue muy explícito. «Hoy ha perdido el mejor equipo», dijo sin complejos. Antes del 1-2, Benzema estaba preparado para salir y justo cuando le estaba dando instrucciones marcó Cristiano. Hubo cambio de planes. El francés se volvió a sentar y Pepe entró en el campo para volver a equilibrar el equipo. Pero el Real Madrid no controló esa parte del encuentro. «Jugamos diez minutos buenos, pero me frustra porque contra un jugador menos tenemos que controlar el partido y Diego no tiene que tocar el balón. Y fue el mejor», analizó el entrenador portugués. «Apretaron y fue difícil no ceder ante ese empuje», se excusó Alonso.

«CR», triste y contento

Cristiano Ronaldo volvió a ser protagonista, como en el partido de ida. No tuvo su mejor noche, incluso reconoció que por momentos el ambiente le superó, pero marcó el tanto del triunfo. Como en el Bernabéu, no lo celebró. Y lo explicó: «Siento mucha felicidad, pero también tristeza por el Manchester. Es normal que no celebre mi gol por el cariño de las personas. Se trata de respeto a unos sentimientos que me quedan». La palabra «Décima» no fue muy repetida. Queda mucho, todavía son los cuartos, pero el Madrid dio ayer un gran paso.