El sorteo del 26 de agosto fue histórico no sólo porque España metía a cinco representantes en la fase de grupos, sino también porque el grupo D, enseguida motejado como «el de la muerte», ponía en liza por vez primera en la historia a un representante de cada una de las cuatro naciones con mayor coeficiente UEFA: City, Juventus, Sevilla y Borussia Mönchengladbach. El cartel era de auténtico terror, pero al iniciarse las hostilidades, sólo los ingleses, líderes de la Premier, parecen responder a las expectativas. El equipo de Pellegrini recibe hoy a una Juventus mortecina y no le van mejor las cosas a los dos que se ven las caras en el Pizjuán por segunda vez en 2015. En febrero, Sevilla y Monchegladbach eran máquinas bien engrasadas que disputaban unos dieciseisavos de la Liga Europa que se calificaron de final anticipada.

Los alemanes han perdido potencial y, al Sevilla, tan elogiado en verano, no le va mucho mejor. Se sospecha de la decena de fichajes y de la capacidad de Emery para ensamblarlos. Para colmo, la defensa será de circunstancias (Kolo y Andreolli como centrales) y Rico sustituirá al lesionado Beto. Por contra Banega y Reyes, los generadores de fútbol sevillistas, descansaron el pasado viernes, listos para que el regreso a la «Champions» sirva de impulso positivo.