Real Madrid
Sin ofertas por Cristiano
La historia se repite un verano más con CR/ mandando mensajes desde la prensa portuguesa.
El Madrid quiere que Ronaldo se quede, pero el futbolista insiste con su presión para conseguir un considerable aumento de salario. Su cláusula son 1.000 millones
Fue el 15 de junio del verano pasado cuando el periódico deportivo portugués «A Bola» publicó que Cristiano Ronaldo se quería marchar, no sólo del Real Madrid, sino también de España. Fue un terremoto, no inesperado en el Santiago Bernabéu, pero sí que perturbó el principio de verano en el club blanco después de haber ganado la Duodécima.
Hasta que empezó la temporada se estuvo esperando que el portugués hablase para aclarar si esa información era real y qué había detrás. Pero el protagonista no dijo nada más, acabó la Copa Confederaciones con la selección portuguesa, pasó el verano, volvió el Madrid al trabajo, regresó algo más tarde Cristiano Ronaldo y la vida siguió como si no hubiera sucedido nada.
En Kiev, tras conseguir la Decimotercera, Cristiano sí que habló después de una temporada mandando mensajes a través de la Prensa. Fue un aviso en mala hora, en medio de la felicidad por el hito conseguido y que luego intentó suavizar con las celebraciones en Cibeles y en el estadio madridista ante los aficionados. Ayer, sin embargo, Cristiano volvió al guión que mejor conoce y repitió lo sucedido hace un año. Ayer, pues, los madridistas se levantaron con una portada de un periódico deportivo portugués (esta vez «Record», en vez de «A Bola») en la que se aseguraba que Cristiano no va a seguir en el Real Madrid porque no se siente valorado. Se esperaba, porque él lo había asegurado, que Ronaldo hablase antes de que la selección portuguesa viajase a Rusia, pero el mensaje ha sido, de nuevo, a través de la Prensa.
Sin embargo, a diferencia de hace un año, la noticia no ha resonado tanto dentro de las oficinas del club. Quizá por conocida, por todo lo que ha ido pasando durante esta temporada, quizá porque ya ha perdido el factor sorpresa y, por tanto, la posibilidad de sorprender. O quizá porque en el Real Madrid ya esperaban algo así después de las reuniones entre el club blanco y Jorge Mendes.
Ya conocen las posturas de cada uno. Cristiano, que espera una sanción por parte de Hacienda, quiere que se le aumente bastante el salario porque considera que el club le debe pagar como el mejor jugador del mundo, mientras que en el conjunto blanco mantienen que no van a perder la cabeza ni pagar un salario que rompería cualquier escala salarial.
El fichaje y lo que cobra Neymar en el PSG y la renovación de Messi en el Barcelona provocan que Ronaldo llame con insistencia a la puerta del Real Madrid para que suban su ficha, ahora mismo en unos 23 millones de euros. Piensa el portugués que el club se lo debe, que ha ganado cinco Balones de Oro y que sus octavos y cuartos de final en la Champions de esta temporada importan más que sus 33 años.
Como Jorge Mendes no tuvo éxito transmitiendo el mensaje al club, Cristiano ha optado por el camino de la Prensa. En el Real Madrid no van a variar su postura: no se va a subir el sueldo al futbolista en las cantidades que él pide. Se pueden sentar, hablar y hacer esfuerzos por ambas partes, pero sin llegar a esas cifras que situarían el sueldo más cerca de los 40 millones. Cristiano Ronaldo tiene contrato para tres años y una cláusula de 1.000 millones, inalcanzable para cualquier pretendiente. Pero es que tampoco ha llegado nadie a las oficinas del club con otra cantidad o con algún interés en conseguir el traspaso del delantero portugués.
El Madrid quiere que Ronaldo se quede, pero por primera vez en mucho tiempo, contempla un escenario en el que se marche. «El Real Madrid, si juegas allí por mucho tiempo, es el mejor equipo para jugar. Y luego, si él se siente reconocido o no, si se siente mal o no, si se siente satisfecho, si se siente bien entonces esa es la pregunta que tiene que responder», aseguraba ayer el ex madridista Luis Figo.
Para que la relación se rompa tienen que suceder muchas cosas: la primera que Ronaldo confirme por su propia voz que quiere irse de manera definitiva y no como manera de negociar y, tan importante como eso, que aparezca un club que ponga una cantidad suficiente para convencer al Madrid de empezar una nueva etapa sin su goleador.