Madrid
Experimento fallido
La alineación de Simeone permitió que el Athletic fuese mejor y ganase con goles de San José, Susaeta y De Marcos. Courtois evitó la humillación
Bielsa y Simeone están en las antípodas futbolísticas. Los dos son ganadores, los dos tienen carácter, pero el método que aplican es distinto. El Athletic Club es fiel al estilo que le impone su técnico, y el Atlético no se salta una línea del guión que escribe su entrenador. Y bajo esos conceptos hubo un buen partido en La Catedral. Con ritmo, con fuerza, con ocasiones entre dos rivales que lo dieron todo por el triunfo. El combate lo resolvió el conjunto vasco, más certero en el remate, con más ambición y con un plus de carácter superior al de los madrileños.
Ni un pero se le puede poner al triunfo del Athletic. Entró en el partido con ambición y se marchó con las mismas ganas que mostró al principio. No es un calco del de la temporada pasada, pero el equipo de anoche, al menos, ha recobrado el pulso. Los centrales fueron Ekiza y Laporte –Amorebieta ha sido borrado por Bielsa– y San José ejercía de Javi Martínez, con Herrera a su lado y Susaeta y Muniain en los costados. Para rematar esta Aduriz, al que C. Díaz y, especialmente, Godín amargaron el partido. Así es el reinventado equipo de Bielsa que llegó, remató, entró por bandas y golpeó al Atlético.
Simeone tiró de rotaciones. Colocó a Emre como acompañante de Tiago y acabó entregando la cuchara cuando San José, a la salida de un córner, abrió el marcador. Un Atlético que adelantó líneas, buscó el empate y fue víctima de su propia ambición, de su mala disposición táctica y de unas ganas mal entendidas, que permitieron a Susaeta e Iturraspe aprovechar los huecos en la defensa madrileña para marcar.
La primera parte había sido equilibrada. Con más llegadas del Athletic, que probó fortuna en disparos lejanos de San José y De Marcos. La réplica siempre la daba Diego Costa, guerrero solitario porque Arda estuvo lento con la pelota, la sobó demasiado y el resto de la compañía tampoco brilló. Escasa fue la aportación de Emre, C. Rodríguez y Raúl García. Filipe Luis era el que más estiraba el equipo por la izquierda, mientras Courtois era el alma rojiblanca. Hizo paradas con las manos y con los pies para demostrar que ya es un portero cuajado.
El gol de San José (min 50) rompió los planes de Simeone. Porque el Atlético se fue arriba, buscó el empate y cuando más cerca lo tuvo Iraizoz metió una mano providencial a disparo de Raúl García. Era el quiero y no puedo. A Simeone se le descosió el equipo en un absurdo ida y vuelta. jugaba el Atlético con más corazón que cabeza y se encontró con otros dos golpetazos. Susaeta y De Marcos pusieron la guinda a la justa victoria de los de Bielsa, cimentada en sus creencias, en su juego ofensivo y su trabajo en cada metro del campo.
Para el Atlético la despedida de La Catedral resultó triste. El equipo fue de más a menos, aguantó un tiempo y luego se descompuso porque el experimento de Simeone resultó fallido por pensar, quizá, en la Copa. En cambio, Bielsa acertó de pleno.
Urrutia: «de Llorente no se habla»
Sólo Real Madrid, Barcelona y Valencia podían presumir hasta ayer de haber derrotado al Atlético de Simeone en Liga. El Athletic se unió a la lista en el último encuentro que disputaban los dos equipos «hermanos» en el viejo San Mamés. El equipo de casa se presentó sin Llorente y sin Amorebieta, que ha desaparecido de las convocatorias en las últimas jornadas. «Me gustaría más que me preguntaras por Laporte. ¿Te ha gustado Laporte?», respondió ante las cámaras de Canal Plus el presidente, Josu Urrutia a la pregunta de si pasaba algo para que el central no fuera convocado. «De eso no se habla», dijo ante la posible oferta de la Juventus para llevarse a Llorente antes de que finalice el mercado de invierno. El Athletic, eliminado de las dos competiciones de copa, se centra en la Liga para terminar la temporada sin complicaciones. Con Llorente o sin él.