Fútbol
La Francia de Deschamps tiembla mientras Benzema recoge críticas
A mes y medio del transcendental duelo contra España, la Francia de Deschamps dejó escapar un borrón ante Alemania, señal de que el equipo todavía no está a punto, como demuestra el bajo rendimiento de Benzema.
A mes y medio del transcendental duelo contra España, la Francia de Didier Deschamps dejó escapar un borrón ante Alemania, señal de que el equipo todavía no está a punto, como demuestra el bajo rendimiento del delantero Karim Benzema.
El seleccionador, que supera ya el medio año en el puesto, ha puesto las bases de la columna vertebral de su equipo, en el que Benzema tiene un papel central, único punta claro del esquema del equipo.
Pero el madridista no está a punto vestido de "bleu", como ponen de manifiesto los 839 minutos que encadena sin goles en la selección.
Para rememorar su último tanto internacional hay que desempolvar los archivos de la "era Blanc", puesto que fue bajo las órdenes del anterior seleccionador.
Benzema marcó por última vez el 5 de junio de 2012 contra Estonia, en un encuentro previo a la Eurocopa del año pasado, cuando logró dos dianas.
Desde entonces, la pólvora del exlionés está mojada y la grada comienza a impacientarse.
En sus últimas 17 apariciones en "bleu", Benzema sólo ha conseguido tres goles.
Deschamps salió en su defensa: "Le falta la confianza que necesita todo delantero, pero cuando marque un gol la recuperará", aseguró el seleccionador, que ha hecho de Benzema su principal referente ofensivo.
Anoche, frente a Alemania, los aficionados pidieron a gritos a Olivier Giroud, su sustituto habitual, mientras en el césped el madridista no daba muestras de eficacia.
Falló un mano a mano contra el meta alemán Adler y su único toque de calidad fue la magnífica falta que estrelló contra la escuadra y, cuyo rechace permitió a Methieu Valbuena lograr el gol francés.
Aparte de eso, poco más dejó ver un Benzema que, pese a su sequía goleadora cobra galones en el equipo de Deschamps.
El madridista, que no suele lanzar las faltas en su equipo, impuso su jerarquía para tirar la referida, pese a que Yohan Cabaye, un reputado lanzador, había tomado posiciones para hacerlo.
La sequía de Benzema simboliza los problemas de una selección que, con su derrota contra Alemania -la primera frente a los germanos desde 1987- acabó con el capital de prestigio que habían acumulado en los dos anteriores partidos.
El empate cosechado en octubre pasado en el Vicente Calderón contra España en el primer duelo de la fase de clasificación para el Mundial de Brasil hizo crecer la ilusión.
No solo por el resultado arrancado en casa de los campeones del mundo y, doblemente, de Europa, sino también por la manera en la que lo consiguieron, tras un gran segundo tiempo en el que merecieron más de un gol.
La dinámica se confirmó mes y medio más tarde en Parma, en un amistoso contra Italia en el que se impusieron 1-2 frente a la subcampeona de Europa.
Y el encuentro contra Alemania estaba destinado a profundizar más en esa línea.
Pero los de Joaquin Löw les impusieron una cura de humildad, les superaron en juego y en eficacia y se llevaron la victoria del Estadio de Francia y, con ella, buena parte de la confianza acumulada hasta entonces.
Con esa derrota, el balance de Deschamps aparece como bastante mediocre, en vísperas de afrontar, primero contra Georgia y luego frente a España, dos citas vitales para su clasificación mundialista.
En los siete partidos dirigidos, el seleccionador ha logrado tres victorias, dos empates y otras tantas derrotas.
Un pobre bagaje que alimenta las dudas del equipo, que debe recibir a España el próximo 26 de marzo.
Ese duelo se antoja decisivo para saber cual de los dos equipos liderará el grupo I de la fase de clasificación mundialista y se hará con la única plaza directa que da acceso a Brasil.
Cuatro días antes, Francia tendrá que medirse a Georgia, mientras España jugará contra Finlandia.
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