Selección Española
La gran oportunidad
Sin jugadores que plasmaban en el terreno de juego el estilo del éxito de España, como Xavi o Iniesta, la responsabilidad se traslada a Isco.
España vive entre dos palabras: revolución y compromiso. La primera se viene utilizando desde el fiasco del Mundial de Brasil, punto y final de una fantástica generación de la Selección y principio de una nueva etapa, que en los próximos dos partidos se acentuará con muchas más novedades, por las lesiones de Cesc, Silva o Iniesta. La segunda se ha instalado en esta concentración después de que Sergio Ramos dijera en Radio Marca que había que tener el mismo compromiso con la Selección que con el club, dudando quizá de que algunos de los ausentes lo tuvieran, aunque después matizara sus declaraciones en TVE. Contra ese término, ayer contrapuso otro Vicente del Bosque: confianza. «Tenemos que tener confianza en los jugadores, y ellos en nosotros», afirmó el seleccionador, ya en Huelva, donde España se enfrenta hoy a Bielorrusia. Se vio a Del Bosque con muchas ganas de hablar, enfadado dentro de lo enfadado que puede estar él, y con esa actitud algo paternal que utiliza tantas veces. «Es un chico muy majo», suele decir siempre para defender a los jugadores. Pero entendió que tenía que ir más allá, y sacó el carácter poniendo nombre a los futbolistas por los que daba la cara. Por partes. Primero: Piqué, ausente hace dos convocatorias por un problema en la cadera, aunque jugó con el Barça; y Cesc, que se pierde el partido de hoy y el del martes. «Cesc lleva desde los 19 años en la Selección; Piqué, desde los 21. Uno es campeón de Europa y del mundo y ha sido 63 veces internacional; el otro, dos veces campeón de Europa y una del mundo y 94 partidos internacionales... Han venido siempre que han podido y tengo que confiar (otra vez la palabra). Hay que ser cariñoso con ellos porque forman parte de los héroes que hemos tenido hasta hace dos días», aseguró el técnico de forma casi atropellada, complicando la labor de la traductora. Segundo: Diego Costa. «Es un brasileño que juega con nosotros, y lo ha hecho lesionado. Conocíamos su lesión y sabemos que ha reducido la carga de trabajo. En vista de cómo se comportó en la última convocatoria decidimos no traerlo (jugó dos partidos y acabó “tocado”). Y no negociamos con nadie, como se ha dicho», continuó el entrenador. «También dicen que está a punto de caer una bomba en el vestuario por mala convivencia, y cuando miro a Bruno, Camacho, Alba, Bernat, Azpilicueta o De Gea, a los mismos Ramos y Casillas, digo: “¿Dónde está el mal ambiente?” Que me avisen por dónde va a venir esa bomba», fue otro de los argumentos de su defensa. «No me siento aludido por las palabras de Ramos», explicó también. Ésa es la verdad de Del Bosque, que después de la gran época en la que todo iba a favor de corriente (porque se ganaba, el mejor remedio contra los males), tiene que afrontar tiempos más complicados, en los que cualquier cosa se cuestiona mientras la pelota se resiste a entrar.
Respecto a la revolución, hoy se multiplicará por las bajas. El once titular será casi tres años menor de media que el del estreno del pasado Mundial: 28,5 en el duelo de Brasil ante Holanda; hoy, menos de 26 si juega Morata y un poco más si lo hace Pedro. Justo 26 fue la edad media de España cuando ganó en Suráfrica. Pero ésa era la vieja Roja. La nueva está en los pies de futbolistas como Koke e Isco, que asumirán el rol protagonista en el centro del campo y están ante la oportunidad de mostrar que ya están preparados. «Los hombres que hemos traído es por su presente», finalizó el preparador nacional.
Alineaciones probables:
España: Casillas; Juanfran, Piqué, Sergio Ramos, Jordi Alba; Busquets, Koke, Cazorla; Isco, Pedro o Morata y Alcácer.
Bielorrusia: Zhevnov; Martinovich, Polyakov, Volodko, Bordachev; Dragun, Kysliak, Gordeychuk, Krivets o Stasevich; Savitski o Signévich, y Kornilenko.
Árbitro: Kenn Hansen (DIN).
Estadio: Nuevo Colombino.
Hora: 20.45, La 1.