Sevilla F.C.
Los reyes de la otra Europa
El Sevilla buscará el miércoles en Varsovia su cuarto título de la Europa League, que es como se llama ahora la segunda competición europea, el torneo heredero de las extintas Copa de Ferias y Copa UEFA.
El Sevilla buscará el miércoles en Varsovia su cuarto título de la Europa League, que es como se llama ahora la segunda competición europea, el torneo heredero de las extintas Copa de Ferias y Copa UEFA. Cuarto título en otras tantas finales acumuladas en una década, pues la serie empezó en Eindhoven 2006 ante el Middlesbrough, continuó al año siguiente en Glasgow frente al Espanyol y se reabrió hace doce meses en Turín contra el Benfica. La altura que alcanzarían los sevillistas en la jerarquía del balompié europeo, si lograsen vencer al Dnipro ucraniano, se percibe en el dato de que sólo otros tres clubes acumulan tres títulos “uefos”: Liverpool, Juventus e Inter quedarían atrás en el palmarés de lograrse este cuarto entorchado. Ahí es nada. Este año, la Europa League llega con el premio añadido de una clasificación para la “Champions”. Y directita al grupo, sin pasar por las rondas previas agosteñas.
Sin temor a caer en el lugar común, puede calificarse de prodigiosa la década que ha vivido el Sevilla desde que un gol del malogrado Antonio Puerta al Schalke 04 lo catapultase a aquella final iniciática de 2006, la primera que disputaban los blanquirrojos en más de cuarenta años. Desde 1948 permanecían cerradas las vitrinas del Sánchez Pizjuán, reabiertas en la referida ciudad holandesa. Porque si algo ha caracterizado a los sevillistas en este periodo, es su infalibilidad en los partidos con título en liza: cinco finales jugadas (dos de Copa del Rey), al margen de supercopas varias, y todas ellas ganadas. Haber llegado a cuatro finales europeas en una década también supone un logro enorme, tanto que sólo Bayern y Barcelona pueden presumir haber emulado a un equipo que empezó a crecer a partir de una frustración.
El 29 de mayo de 2005, el Sevilla cerró la Liga ante el Málaga, como el sábado pasado, e igual que este año perdió en esa última jornada la cuarta plaza. Un 0-2 firmado por Duda y Baiano dio el triunfo a los costasoleños... y la opción de jugar la Champions ¡al Betis! Que, para colmo, completaba su primavera prodigiosa ganando la Copa. La teoría de los vasos comunicantes por la que se rige el fútbol sevillano terminó con la etapa de Joaquín Caparrós en el banquillo de un Sevilla que ese verano vendió a Julio Baptista y a Sergio Ramos tras la disputa de la primera jornada liguera de la 05/06. Un desmantelamiento en toda regla. Sin embargo, la pedrea de jugar la UEFA se convirtió en el gordo de Navidad. Juande Ramos construyó un equipo campeón en torno a veteranos como Palop y Kanouté, que venían rebotados en busca de una oportunidad para terminar bien una carrera mediocre. El resto, está en los libros de historia.
Las camisetas que lucirá en su intento de conquista de la cuarta copa son, en palabras del presidente, “de un color rojo intenso, como intenso tiene que ser el Sevilla para conseguir la victoria”. Pepe Castro confirmó que alrededor de 7.000 sevillistas viajarán hasta Varsovia donde confía en "jugar como en casa"debido a la presencia del centrocampista internacional polaco Grzegorz Krychowiak. Como guiño a la afición local, usará en las equipaciones "la misma fuente para los dorsales que la selección de Polonia de 1974", tercera en el Mundial de aquel año con el legendario plantel los Lato, Zmuda o Deyna. En todo caso, los españoles estarán en inferioridad en las gradas del Estadio Nacional de Varsovia, ya que desde la fronteriza Ucrania se prevé un desplazamiento masivo de seguidores del Dnipro, que prácticamente coparán dos tercios de los casi 60.000 asientos de la instalación.