Los peores pronósticos quedaron confirmados ayer, después de que Varane saliera en muletas de Cornellá. El central francés tiene roto el menisco y deberá pasar por el quirófano, por lo que al jugador se le ha acabado la temporada y el sueño de jugar su primera final con el Real Madrid, la del viernes frente al Atlético en la Copa del Rey. El tiempo estimado de baja oscila entre las cuatro y seis semanas, aunque eso es lo de menos. Ya de vacaciones, podrá tomarse todo el tiempo del mundo para completar la mejor recuperación de su rodilla derecha. Sólo queda por saber el día en el que será intervenido, extremo que el club aún no ha anunciado.

Varane tuvo que retirarse en el minuto 15 del partido que el sábado enfrentó al Real Madrid con el Espanyol, después de que pisara en falso y se torciera la rodilla. Era evidente. Xabi Alonso corrió a sustituirle y el central abandonaba a la pata coja, y con ayuda, el césped. Del estadio salió vendado y con muletas.

«¡Estoy triste! Las pruebas médicas revelaron una lesión de menisco. Tengo que operarme lo más pronto posible», escribió Varane en su perfil de facebook.

Su lesión abre un debate

Con Varane fuera de juego, ausente el Bernabéu en la final copera, lo previsible es que su sustituto fuera Pepe, al que el francés adelantó por ambos lados para apoderarse de la titularidad junto a Sergio Ramos. Pero no está tan claro. Todo lo contrario. En la guerra fría que Mourinho mantiene con el hasta hace unos meses, uno de sus favoritos y punto de apoyo en el vestuario, con Pepe, el técnico, sin hipocresías que valgan la pena, ya ha comentado que tiene centrales de garantías para poder jugar por el francés: como Carvalho o Albiol, antaño de los últimos de la fila. Pepe toma nota. Al Madrid le quedan tres partidos para dar por finalizada la temporada, después, otro gallo cantará.