«Es difícil hablar de su margen de mejora. Es un portero muy completo», reconoce Miguel Ángel España, el preparador de arqueros.

Cuando acaban los entrenamientos de la Selección absoluta no es extraño ver a Kepa tirando unos penaltis con Pepe Reina. El portero del Nápoles solía terminar así las sesiones peloteando contra Iker Casillas y ahora repite el ritual con el portero del Athletic. Kepa parece uno más entre los «veteranos», no le ha costado integrarse. Su primera convocatoria con los mayores llegó precisamente después de una lesión de Reina, el pasado mes de marzo, y Julen Lopetegui decidió convocarlo de nuevo para los partidos contra Colombia y Macedonia. Pero él es consciente de que su sitio está con la sub’21. Sus paradas fueron decisivas para mantener a España con vida en la semifinal contra Italia antes de la explosión goleadora de Saúl, pero él no se da importancia.

«Por el lado humano, la profe-sionalidad, el esfuerzo, la constancia... no va a fallar. Él es consciente de que hasta ahora es más importante en la sub’21 que en la absoluta, aunque todos le auguramos un gran futuro y ojalá que ese paso que ha empezado a dar pueda ser definitivo y se pueda asentar entre los tres porteros de la absoluta», explica Miguel Ángel España, el preparador de porteros de la sub’21. Lleva trabajando con él desde que llegó a las divisiones inferiores de la Selección. «Desde los 18 años se le veían muy buenas condiciones, se veía que tenía una muy buena proyección. Ha sabido cocer a fuego lento su carrera. La decisión de salir del Athletic y jugar dos temporadas en Segunda División ha sido muy positiva para él y ahora se ha visto recompensado no sólo con su rendimiento en la Selección sino porque poco a poco se ha ido haciendo un hueco en el Athletic, con el que esta temporada ha disputado 23 partidos de Liga. Todos esperamos que a partir de septiembre sea el portero titular de su equipo», añade.

Kepa jugó dos años cedido, primero en la Ponferradina y luego en el Valladolid. Asumió esos pasos como tramos necesarios para su formación antes de regresar al Athletic, donde este año se alternó con Iraizoz y Herrerín antes de la salida de este último hacia el Leganés. Pero fue haciéndose un hueco hasta definirse como titular. «Él tenía claro que lo importante era afianzarse en el Athletic y afrontar el Europeo con todas las ganas del mundo. Ha sido así y ha sido importante en la clasificación. Ahora mismo está al mismo nivel que todos sus compañeros, que es un nivel altísimo y por eso hemos conseguido alcanzar la final», afirma España.

El portero es uno de los veteranos del equipo. Ya jugó con la anterior generación saltándose una categoría y ahora, por edad y por experiencia, es uno los capitanes y uno de los líderes de la selección que entrena Albert Celades. «Siempre está sumando, es un chico muy positivo y se lleva fenomenal con todo el equipo y con sus compañeros en la portería. Para los entrenadores lo hace todo mucho más sencillo», asegura el preparador de porteros de la Selección.

«Es un portero muy completo. Sobre todo me llama la atención la ejecución técnica que tiene. Es un portero bonito de ver», reconoce España. «Prácticamente la mayoría de las cosas las hace bien y las ejecuta correctamente. Es un chico con mucha fuerza, con mucha explosividad, con un gran manejo del juego aéreo, en el juego ofensivo también destaca. Es difícil hablar del margen de mejora, pero es un portero muy completo», añade. Aún no ha cumplido los 23 años, pero ha asumido todos los cambios que ha vivido este curso con naturalidad. Era su primera temporada en el primer equipo y desde el Athletic ha conseguido llegar a la absoluta, aunque aún no se ha estrenado con el equipo de Lopetegui. «Con la edad que tiene y su humildad tiene mucho margen de mejora. A nivel humano es un chico increíble y tanto dentro como fuera del campo es muy importante para nosotros y lo ha sido siempre en la Selección», dice su entrenador.

Para él, como para Iñaki Williams, este torneo es muy especial. Antes de viajar a Polonia tuvieron que ver cómo su amigo Yeray abandonaba la concentración al rebrotar el tumor en un testículo del que fue operado en noviembre. «Para todos fue un golpe fortísimo, ha servido de motivación y ojalá pudiésemos dedicarle el títulio. Tanto él como Willimas son muy cercanos a Yeray, son muy amigos y pasaron unos días difíciles. Todos sentimos muy cerca a Yeray y vamos a hacer lo posible por dedicarle el título», reconoce España.