Copa del Rey
Keylor se juega su futuro en el Madrid contra el Barcelona
El portero costarricense juega hoy su partido más importante. Titular sólo en la Copa del Rey, este encuentro determina el resto de su temporada.
El portero costarricense juega hoy su partido más importante. Titular sólo en la Copa del Rey, este encuentro determina el resto de su temporada.
Isco no entró ayer en la convocatoria porque no se ha recuperado aún del todo o porque Solari no confía en él. No importa mucho, ya que da la impresión de que lo suyo es un caso perdido. Ni el entrenador cree en su jugador ni el futbolista parece dispuesto, esta vez, a dar la vuelta a su situación, superado por lo que él considera que no es justo. Da la impresión de que se ha rendido y ha dejado de ser importante para el grupo.
Bale, que tampoco tiene los minutos que le gustaría, está enfadado y no le importa demostrarlo porque considera que merece un trato diferente y más minutos de titular. Hoy, por ejemplo, puede que Solari se esté pensando hacerle sitio en el campo en lugar de Lucas Vázquez, aunque no deja de ser una decisión arriesgada. Marcelo también está muy lejos de los minutos que suma esta temporada y ya ha ido a ver a José Ángel Sánchez para hablar con él sobre su situación. Aunque menos que Bale o que Isco, el brasileño tampoco lleva bien no ser un futbolista importante o habitual en las alineaciones. En realidad, nadie lo lleva bien, pero no todos hacen público su malestar.
No Keylor Navas, por ejemplo, que ante Isco y Bale puede asegurar que es el futbolista de la plantilla al que más le ha cambiado el rol de una temporada a otra. Tras ser tres veces consecutivas campeón de Europa, sintiéndose un jugador decisivo en los encuentros importantes, hoy se enfrenta al que puede ser el choque fundamental de la temporada para él, pese a que aún estamos en febrero y quede tanto por disputar. El portero de Costa Rica sabe mejor que nadie que, si quiere jugar otro partido decisivo en el Real Madrid, tiene que hacer todo lo que esté en su mano para disputar la final de la Copa en mayo.
Se enfrenta a un encuentro crucial, por tanto, pero a diferencia de sus compañeros, Keylor lo está llevando de mucha mejor manera. Quizá sea por su capacidad para la fe, pero lo cierto es que en los entrenamientos se le ve con la misma dedicación que cuando era el portero titular. Los entrenadores suelen repetir que los futbolistas tienen que estar siempre al ciento por ciento porque no saben cuándo les va a llegar su ocasión, pero lo cierto es que cuando uno deja de contar y ve que el que manda siempre prefiere a otros, lo fácil es dejarse llevar. Keylor no lo ha hecho, pese a que su situación es la peor. Sólo puede sustituir a Courtois y desde que Solari se hizo con el mando del equipo, le dejó claro que su guardameta era el belga. Que a Keylor sólo le quedaban los partidos de Copa, los que Courtois estuviese lesionado o algunos intrascendentes.
La eliminatoria del Barcelona fue un regalo para él. Ayer Solari recordaba que había que celebrar jugar este partido. La Copa es dura, se disputan partidos que a casi nadie importan, en campos pequeños y contra rivales sin nombre. Hay que saber motivarse. Keylor lo ha hecho porque por su religión está convencido de que al final del camino hay premio para quien lo trabaja. El de hoy es su premio y, si lo consigue, después la final. Y más tarde, ya se verá lo qué sucede.