NBA
Pau Gasol se gradúa en el Olimpo de los Lakers
El número 16 del jugador español ya figura al lado del 24 de Kobe Bryant. Pau no pudo contener las lágrimas antes de comenzar su emotivo discurso
Cuando la NBA era una cosa del más allá, Los Angeles Lakers eran, y lo siguen siendo ahora, su marca más reconocible. Sólo doce jugadores pueden presumir de la distinción máxima de la franquicia, de uno de los honores más grandes del deporte estadounidense: la retirada de su camiseta. George Mikan (dorsal 99), Elgin Baylor (22), Jerry West (44), Gail Goodrich (25) o Wilt Chamberlain (13) suenan a mitos de otro tiempo. Todos tenían sus camisetas colgadas en el Forum de Inglewood. Los ochenta nos acercaron a Jamaal Wilkes (52), James Worthy (42), Kareem Abdul-Jabbar (33) y Magic Johnson (32). Los nombres del showtime empezaban a resultar familiares, aunque su nivel seguía siendo de otro planeta y en el techo del pabellón están sus camisetas. Shaquille O'Neal (34) y Kobe Bryant (8 y 24) ya pertenecen al sigo XXI, pero suenan igual de grandiosos. Ahora, allí, con todos ellos, en lo más alto del Crypto.com Arena está el número 16 de Pau Gasol. Nuestro Pau, su Pau, el de todos es uno más en el Olimpo de los Lakers.
La retirada de la camiseta es la fiesta de graduación de un mito. En la celebración se valora tanto lo conseguido en la pista como el legado fuera de ella. Y el 16 de Pau está desde ya con los más grandes por ambos motivos. Por lo que ganó como "laker" y por lo que significó para la franquicia más allá de la cancha. Le bastaron seis temporadas y media para convertirse en un mito de la franquicia con más glamour de la Liga estadounidense. Los tres primeros cursos fueron una barbaridad a nivel deportivo: tres finales y dos anillos (2009 y 2010) para un equipo que sin él llevaba sin superar la primera ronda de playoff en las cuatro temporadas anteriores. Lo extraordinario, la excelencia convertida en normalidad. "Cambió el destino de la franquicia", reconoce Jeannie Buss, la propietaria de los Lakers.
Con más de 500 partidos en la franquicia californiana, Pau ya dejó huella en el primero. Fue en febrero de 2008 ante los Nets. Horas después de que Kobe le recibiera de madrugada en la habitación de un hotel en Washington. El que se convertiría en su "hermano mayor" estaba lesionado y Pau se presentó con 24 puntos, 12 rebotes y 5 asistencias en New Jersey. Ganaron los Lakers.
Quince años después Pau no ha podido disimular estos días los nervios que desde hace semanas le producía el evento que llegó en el descanso del partido entre los Lakers y sus Memphis Grizzlies. Apareció con su hija, Elisabet Gianna, en brazos y con un anillo de campeón en cada mano. En el primer tiempo muerto del segundo cuarto, la emoción ya estaba a flor de piel y se tuvo que poner en pie para responder a la primera ovación. Pero lo mejor estaba por llegar. Pau compareció en el centro de la pista en el descanso. Lo hizo con toda su familia, padres y hermanos. Después de la introducción de Vanessa Bryant y un vídeo de Kobe, Pau tomó la palabra: "Es un increíble sentimiento y un honor enorme. Es tremendo poder ver a todos aquí. Gracias por haberme hecho sentir tan especial. Es un gran honor que me retiren la camiseta". Pau recordó a todos. A Kobe, a los suyos, a sus ex compañeros, al público, a la comunidad hispana... A su lado estuvieron ex compañeros como Vujacic, Fisher, o Artest, amigos como Navarro, Reyes, Calderón, Juancho Hernangómez o Raül López... todos tan emocionados como él. "Es que esto es otra dimensión", afirmaba Raül López tratando de reflejar la importancia del momento. Esa dimensión es el premio a la actitud ante la vida de Pau.
A sus éxitos deportivos en L. A. se suma un legado propio de lo que Phil Jackson (otro de los que se llevo una de las ovaciones de la noche) definió como un "personaje del Renacimiento". Actividades filantrópicas, dedicación a la comunidad, apoyo a los niños, la creación de la Fundación Gasol para la mejora de los hábitos alimentarios, el impulso de la actividad física y contra la obesidad infantil, su apoyo al baloncesto femenino, la identificación con la comunidad hispana en Los Ángeles... Kobe lo dijo hace años, él lo tenía clarísimo: "Cuando Gasol se retire tendrá su dorsal retirado al lado del mío. No habría ganado esos dos anillos sin la ayuda de Pau. La ciudad de Los Ángeles no tendría esos dos anillos sin Pau". El 16 de los Lakers ya está al lado de los suyos, al lado del 24 de Kobe Bryant, a la altura de las leyendas.
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