Nadal: primer torneo, primera final

Los dos últimos meses de competición para Nadal en 2015 le permitieron empezar a borrar el peor ejercicio de su carrera. Hasta el pasado agosto en Montreal reconoce que no controlaba sus emociones y a partir de Pekín fue cuando recuperó el mejor nivel de su raqueta. En el arranque de esta temporada el objetivo es mantener la inercia que le permitió volver a pelear con los mejores, algo que no había hecho durante buena parte del año. «Mi objetivo es seguir en la misma línea, jugando con confianza. Tengo esperanzas para esta temporada porque terminé el año como número cinco del mundo después de pasar momentos difíciles», aseguraba el propio Rafa antes de viajar a Abu Dhabi. En la capital del Emirato, Nadal disputó su primer partido de 2016 y se impuso a David Ferrer por 6-3, 6-7 (7/9) y 6-3. El torneo de exhibición tiene todo lo que Rafa necesita: rivales de nivel (hoy se medirá al canadiense Milos Raonic en la final) sin que ninguna de ellos sea un «top 3» que pudiera frenar su progresión, posibilidad de completar buenos entrenamientos y condiciones similares a las que se va a encontrar en poco más de dos semanas en Melbourne.

En la victoria ante Ferrer no se trataba de vislumbrar cambios radicales en su juego. Sí tendencias que apuntó hace unas semanas. Sirvió bien, jugó encima de la línea y regaló muy poca pista y fue muy agresivo en un buen número de golpes. Así se llevó el primer set y sólo cedió el segundo en el desempate. En la tercera manga, Ferrer acusó el cansancio del partido del día anterior ante Tsonga y terminó cediendo después de dos horas y media de pelea. Las dos mejores raquetas españolas volverán a encontrarse la próxima semana.

Abu Dhabi es la primera cita para Nadal en un año en el que su agenda puede incluir 25 torneos al margen de las eliminatorias del ascenso de la Copa Davis. Después de la final de exhibición que hoy disputará ante Raonic, la temporada oficial comienza este lunes en Doha. Luego llega el primer grande, el Abierto de Australia, una incursión por la tierra batida suramericana en Buenos Aires y quizá Río y los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami. En la primavera afrontará las citas clásicas sobre tierra batida (Montecarlo, Godó, Madrid, Roma y París). La segunda mitad de la temporada la arrancará en Stuttgart y en Queen’s preparará Wimbledon. Hamburgo y Canadá precederán a la cita olímpica en Río donde Rafa puede competir en los tres cuadros posibles (individual, doble con Verdasco y doble-mixto con Garbiñe). Cincinnati antecede al Abierto de Estados Unidos y luego llegan la gira asiática (China y Shanghái), Basilea, París y la posible participación en el Torneo de Maestros. «No se puede predecir qué va a pasar en el futuro, pero las sensaciones que tengo ahora son mejores que las del año pasado a estas alturas. Cuando son positivas y continuadas, hay más posibilidades de que todo salga bien», comenta.