Real Madrid
Un ataque descomunal
Dicen los porteros que cuando se enfrentan al Real Madrid no piensan en lo que ha sucedido antes. Es decir, que Mariño, que defendía el sábado al Levante, no quiso acordarse del Lux, el guardameta del Dépor, o de Manu Herrera, del Elche, o de Iraizoz, del Athletic. Todos ellos goleados por Cristiano Ronaldo y por el resto del ataque de los de Carlo Ancelotti. Asenjo, del Villarreal, ha sido el único que se ha salvado. Se llevó dos, su equipo perdió el partido, pero él no sufrió más. Algunos, como Iraizoz, incluso terminan el encuentro como el mejor del equipo; otros como Lux, el del Dépor, que se llevó ocho, despiertan las primeras dudas. Mariño, el sábado, terminó el partido sin que nadie le señalara. Los rivales se han acostumbrado a que son cosas que pasan. Que pasan muy habitualmente frente a este Real Madrid de Ancelotti. Ha llegado a la octava jornada de Liga con 30 goles a favor. Una media de 3,75 tantos por encuentro. Mendilíbar, entrenador del Levante, reflexionó sobre el papel de su equipo con 0-3 en contra. «Deberíamos haber hecho otro fútbol y no tratar de hacerles daño». Protegerse de la tormenta pese a haber perdido ya. El equipo de Mourinho, el que dejó el récord en 121 tantos, llegó a estas alturas de la Liga con 28 goles conseguidos. Era una máquina de marcar, pero menos que el conjunto que lidera el mejor Cristiano que se haya visto. El año pasado, el Barcelona, que empezó a toda velocidad, tenía 24 goles. Y el Madrid de los 107, de la temporada 89-90, que durante tanto tiempo mantuvo ese récord, que parecía inalcanzable, sólo ( «sólo» visto desde la perspectiva actual, en su momento era una buena cifra) llevaba 19. Era un equipo donde Hugo Sánchez y el mejor Martín Vázquez marcaban de una manera asombrosa. Hoy, ya no impresionan casi nada.
No tenían a Cristiano Ronaldo, un futbolista excepcional en un momento excepcional, acompañado por una plantilla en la que apenas se notan la ausencias. Benzema estaba jugando en plan imprescindible, pero sin él, Chicharito se convirtió en la pieza clave para abrir el marcador. Con Bale algo tocado (y habrá que ver si juega en Anfield) Isco protagonizó una de sus mejores tardes como jugador del Madrid.
El sábado llega el desafío importante. El ataque más descomunal en la historia de la Liga se enfrenta al Barça de Claudio Bravo, que no ha recibido un gol en Liga.