Tres días tiene el Madrid para preparar el encuentro contra el Sevilla, después de haber descansado ayer. Un lujo para el equipo de Zidane, sin tiempo para casi nada en este mes de enero. Aunque el partido del jueves es importante, el conjunto blanco afronta esta semana con la mente puesta en el duelo del domingo, también en el Sánchez Pizjuán, uno de los partidos más complicados de la Liga para el Madrid. El jueves, el resultado de ida puede provocar que los dos equipos se tomen con calma el choque. Habrá que ver con qué ánimo sale el Sevilla, si dispuesto a remontar y a hacer un gran esfuerzo físico o pensando en que en el choque del domingo pueden jugarse sus opciones de quién sabe si pelear por la Liga.

El Madrid vive en un estado de felicidad con la buena noticia de la vuelta de Sergio Ramos, que la semana pasada estuvo entrenándose separado del resto de la plantilla, pero ya sobre el césped. Habrá que ver qué elige Zidane para su central: o esperar a que sume otra semana más de entrenamientos o hacerle jugar ya el jueves en el Sánchez Pizjuán para que tenga minutos. El papel de Varane y de Nacho en su ausencia ha rayado la excelencia. El central francés empieza a tener peso en el equipo, mientras que Nacho da la impresión de que esta temporada ha dado un paso decisivo para convertirse en un defensor de primera categoría y con regularidad. Ramos sabe que si vuelve lo tiene que hacer en perfecta forma porque, a diferencia de otras temporadas, la competencia que tiene le exige más.

Zidane sabe que tiene que evitar forzar a los futbolistas y más esta semana: dos partidos seguidos contra el Sevilla suponen un gasto máximo, y el equipo no puede permitirse estar cansado a mediados de enero. Habrá que ver si el técnico francés apuesta por tomarse con calma el primer choque, el del jueves, o si decide ir al máximo en los dos, pese a los riesgos.