La CEOE: «Subir el salario mínimo a 1.000 euros es una barbaridad»

La intención de Pedro Sánchez de volver a subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) el 1 de enero ha vuelto a encender todas las alarmas entre los empresarios españoles, como ya ocurriera hace un año con el aumento hasta los 900 euros. En esta ocasión, el incremento podría llevar el SMI hasta los 1.000 euros en 14 pagas. No obstante, los planes del PSOE (con la futura colaboración de Podemos) pasan por no detenerse ahí y seguir subiéndolo hasta alcanzar el 60% del salario medio en España en 2023. Esto equivaldría a superar los 1.150 euros, para llegar a algo más de 16.000 euros anuales. En este sentido, el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) habló por teléfono con Sánchez para pedirle que «no haya interferencias» al diálogo social en la negociación del salario mínimo. El presidente del Gobierno en funciones llamó a Antonio Garamendi en el marco de una ronda de contactos institucionales con los agentes sociales previa a una posible investidura, en la que también habló con los líderes sindicales de CC OO y de UGT, así como con la patronal de las pymes.

«Mil euros es una barbaridad, porque llevaría a mucha más gente a la economía sumergida», aseguró el presidente de los empresarios, que recordó el alza del 22,6% que experimentó el SMI este año y que se aplica por igual en toda España, pese a la diferencia de renta que hay en las distintas regiones. «Hay que estudiar la subida muy bien», señaló. En este sentido, Garamendi dijo que el objetivo es «procurar negociar y ver cómo somos capaces de llegar a un acuerdo y ser nosotros [sindicatos y patronal] los que traslademos a la clase política esta realidad, y no al revés».

Fuentes próximas a la patronal explicaron a LA RAZÓN que el ambiente en la junta directiva de la CEOE celebrada ayer fue de unanimidad sobre las nefastas consecuencias que tendría para la economía y el empleo acometer una nueva subida del salario mínimo doce meses después de haberlo subido de 736 a 900 euros. «Es una locura. Hay un 24% de economía sumergida y otra subida lo único que va a provocar es menos empleo y más economía sumergida. Lo ha dicho el Banco de España y lo ha reconocido el mismo secretario de Estado de Seguridad Social». En cualquier caso, las consecuencias no serán sólo empresariales, sino también en la sociedad civil. Así, en el caso de un matrimonio de jubilados con una pensión media que tenga una empleada de hogar para ayudar en casa, la subida del salario mínimo prorrateada a 12 meses (1.170 euros al mes), más 200 euros mensuales de cotizaciones a la Seguridad Social, dejan un coste total de 1.370 euros al mes. «Es inasumible, la mayoría pasarán a la economía sumergida», se quejan las mismas fuentes.

Esta amenaza para el empleo se suma a un panorama no muy alentador de cara al próximo año, especialmente en el terreno de los trabajadores por cuenta propia. La Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) explicó ayer que el estancamiento y la desaceleración de 2019 parece que se van a confirmar en 2020. Hasta noviembre, la afiliación de este tipo de empleo crece un 71% menos que en el mismo periodo del año anterior. Esto supone que la Seguridad Social suma en 2019 35.031 autónomos menos que en 2018. El presidente de ATA, Lorenzo Amor, señaló que «para 2020 esperamos que los autónomos generen 55.000 empleos netos, la mitad que el año pasado». Los autónomos señalaron una vez más que «en unos días en los que se hace ya patente la desaceleración económica», es preciso que se forme un Gobierno estable y moderado. «No es momento ni de subir impuestos ni de aumentar el gasto público».