
Energía
El apetito por el petróleo crecerá sin freno: un 19% hasta 2050
La OPEP demanda una inversión de 15.500 millones de euros para afrontar los retos del suministro

El mundo quemará 123 millones de barriles diarios de petróleo dentro de un cuarto de siglo, con el crudo manteniéndose como el principal soporte energético del planeta a mitad de siglo. Así lo estima en su actualización de las previsiones la OPEP, el cártel que agrupa a los países productores del 48% del crudo que consume el mundo, porcentaje que prevé aumentar hasta el 52% en 2050.
Para alimentar este apetito, en sus «Perspectivas del Mercado Petrolero Mundial 2025», la OPEP pide invertir 15.500 millones de euros (18.200 millones de dólares) con el objeto de poder satisfacer la demanda global de energía –que aumentará un 23% hasta 2050, incluyendo un crecimiento de casi el 19% del consumo mundial de crudo–.
«El mundo necesitará más energía en las próximas décadas», según el secretario general de la OPEP, Haitham Al Ghais, para quien la demanda será impulsada por el crecimiento económico, el aumento de la población, la creciente urbanización y las nuevas industrias de alto consumo energético, como la IA.
El crecimiento previsto «provendrá casi en su totalidad de las regiones en desarrollo, encabezadas por India, Asia Occidental, África y Oriente Medio», mientras que la OPEP anticipa que la demanda de energía en los países desarrollados se mantendrá estable o disminuirá.
Se prevé que la demanda de todos los combustibles primarios aumente hasta 2050, con la excepción del carbón, con un incremento estimado de la demanda de energías renovables como eólica y solar durante el período, así como también un fuerte aumento de la demanda de petróleo y gas, en consonancia con la necesidad de energía fiable y asequible.
De tal modo, se espera que la demanda de petróleo aumente en 18,2 mboe/d (miles de barriles equivalentes diarios), mientras que la de gas natural aumentaría en casi 20 mboe/d hasta 2050.
La energía nuclear experimentará un crecimiento significativo, aumentando en 10 mboe/d en el período de perspectiva.
Por el contrario, la demanda de carbón disminuirá en 30,4 mboe diarios hasta 20250, debido a políticas energéticas y climáticas desfavorables y a la penetración de otros combustibles.
Así, el petróleo conservaría en 2050 la mayor participación en el «mix energético» (30%) y, sumado al gas (24%) se mantendría por encima del 50%, con las energías renovables en el 13,5%, frente al 3% de 2024, mientras que la nuclear tendría en 2050 una cuota del 7%, frente al actual 5%. El carbón bajaría al 14% desde el 27% de 2024.
El porcentaje combinado de petróleo, gas y carbón en la matriz energética rondaba el 80% en 2024, apenas un poco menos que cuando se fundó la OPEP en 1960, a pesar de que el consumo de energía se ha quintuplicado.
La mayor parte de la inversión requerida, 14.900 millones de dólares (12.700 millones de euros), o 574.000 millones de dólares anuales (489.968 millones de euros), se destinaría al sector «upstream» (exploración y producción), mientras que los sectores «downstream» y «midstream» requieren de otros 2.000 millones de dólares (1.700 millones de euros) y 1.300 millones de dólares (1.1 000 millones de euros), respectivamente.
La OPEP prevé aumentar la producción conjunta hasta los 64,1 millones de barriles diarios en 2050, un 30,5% más (15 millones de barriles diarios) que en 2024.
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