China

China insinúa más estímulos para estabilizar su economía

La Razón
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El Ibex recupera los 10.000 puntos en una sesión marcada por la subida del 7,7% de Tokio, la mayor desde 2008.

El primer ministro chino, Li Keqiang, declaró ayer en el Foro Económico Mundial de Dalian que las perspectivas de la economía china son positivas y que no existen motivos para una devaluación continuada del yuan. Durante la cita aprovechó para reiterar el compromiso de su Gobierno con las reformas y los estímulos económicos. Los mercados europeos entendieron el compromiso de las autoridades chinas y las bolsas siguieron el camino marcado por Shanghái (+2,32%), Hong Kong (+4,10%) y sobre todo por el Nikkei de Tokio, que ayer logró la mayor subida (+7,71%) desde el año 2008. Todos los grandes parqués acabaron en positivo, con Madrid encabezando las subidas. El Ibex ganó un 1,74% y cerró por encima de los 10.000 puntos.

En este encuentro, que se celebra en la ciudad nororiental de Dalian, Li señaló que el país quiere evitar una guerra de divisas y aseguró que el yuan se mantendría a un nivel razonable. Según argumentó, China ha sido «injustamente criticada» por la gestión de su moneda y «no hay ningún motivo para la depreciación continuada. No queremos estimular las exportaciones a través de la depreciación. Una guerra de divisas sólo haría daño a China».

Impulso a la inversión

Con el objetivo de lanzar un mensaje de calma ante la preocupación mundial por la desaceleración de la segunda economía más grande del planeta, Li apuntó que el crecimiento de China se está estabilizando. En su opinión, la creación de más de siete millones de empleos así como haber mantenido la tasa de desempleo en el 5,1% en el primer semestre de este año, son datos que muestran que se está operando en un «rango razonable».

Sin embargo, pese a que China creció un 7% en el primer semestre del año, un dato en consonancia con los objetivos fijados por el Gobierno para el 2015, los fuertes altibajos sufridos por sus parqués en los últimos meses o la caída de las exportaciones en un 5,5% en agosto respecto al año anterior han puesto en riesgo el cumplimiento de este propósito para todo el año. «No nos dejaremos influir por las fluctuaciones económicas a corto plazo, pero tampoco vamos a bajar la guardia», dijo al señalar que China está preparada para realizar ajustes preventivos y garantizar la estabilidad financiera. A su juicio, el aumento del consumo y del sector servicios ya han dado muestra de la eficacia de las medidas llevadas a cabo por el Gobierno.

En este sentido, el Ministerio de Finanzas chino también anunció ayer el fortalecimiento de la política fiscal, el aumento del gasto en infraestructuras y la reforma del sistema tributario. «Aceleraremos la implementación de una política fiscal proactiva, haremos ajustes oportunos y agilizaremos las reformas para apoyar un crecimiento estable y promover un desarrollo económico saludable continuo», informó en un comunicado.

En el mismo texto se informaba de que los grandes proyectos de construcción contarán con financiación privada usando el modelo de alianzas público-privadas, así como se estandarizará la administración de la deuda de los gobiernos locales. Unas medidas que se suman a otras tomadas en los últimos meses por las autoridades, tales como la inyección de liquidez en los mercados o la devaluación de su moneda.

Asimismo, el gigante asiático también informó ayer de la modificación de su sistema de medición del Producto Interior Bruto (PIB) nacional, con el objetivo de centrarlo más en las tendencias a corto plazo y menos en las cifras anuales. En línea con lo que publican las principales economías del mundo, partir de ahora, se publicarán la variación entre trimestres y la interanual.