Aeropuertos

El aeropuerto de Ciudad Real ya no quiere ser el segundo de Madrid

Tras el fiasco de su primera etapa, reabrirá en septiembre centrado en mercancías y mantenimiento

Torre de control del aeropuerto de Ciudad Real
Torre de control del aeropuerto de Ciudad Reallarazon

Tras el fiasco de su primera etapa, reabrirá en septiembre centrado en mercancías y mantenimiento.

Hubo un tiempo en que el aeropuerto de Ciudad Real aspiraba a ser el segundo de Madrid. Sus promotores llegaron incluso a denominarlo inicialmente aeropuerto Madrid-Sur Ciudad Real. Eso, hasta que Esperanza Aguirre les hizo desistir de sus intenciones en octubre de 2007. Algunos creen que, de no haber sido por la rampante crisis económica que se inició en 2008, podría haber cumplido con este cometido. Nunca se podrá demostrar. Lo que ha quedado acreditado como un hecho incontestable es que, en su primera etapa, el aeródromo no fue capaz de cumplir con las expectativas para ser el hermano menor de Barajas. Mientras permaneció abierto entre diciembre de 2008 y junio de 2010, apenas transportó 10.000 pasajeros anuales, cuando la previsión era que alcanzase los 2,5 millones en sus primeros cinco años de vida.

Ahora, tras un larguísimo y complicado proceso concursal, el aeródromo está a punto de volver a la vida –cuenta con los permisos para hacerlo el 12 de septiembre– con unos objetivos más modestos y realistas de los que se marcaron sus impulsores en su primera etapa. Sus nuevos dueños, Ciudad Real International Airports (CRIA), pretenden dar a sus instalaciones un uso industrial, dedicando parte de su actividad al mantenimiento de aeronaves y a la fabricación. No es que quieran instalar una gran factoría. Lo que pretenden es que alguna compañía de alto valor tecnológico se instale en Ciudad Real. En febrero ya lograron un primer contrato con Skydweller, una firma americana que fabricará aeronaves de alto valor tecnológico. La compañía tiene previsto invertir 40 millones en cinco años y crear 40 empleos de alta cualificación en una primera fase.

El transporte de mercancías será el otro gran pilar de su plan de negocio. Sus previsiones hablan de un volumen inicial de entre 1.500 y 2.000 toneladas semanales. Aunque no hay más detalles, CRIA asegura que hay empresas logísticas internacionales interesadas en trabajar en el aeródromo. El transporte de viajeros para la que fue concebida en origen una instalación en la que se invirtieron 1.100 millones de euros no figura entre los objetivos prioritarios del plan de negocio de CRIA. Más allá de la crisis, algunos expertos consideran que Ciudad Real fracasó en su objetivo de ser el segundo aeropuerto de Madrid por estar a 190 kilómetros de la capital. Como mucho, añaden, un aeródromo secundario debe estar a 70 kilómetros de distancia de la ciudad. Para superar este hándicap, sus promotores contaban con que se construyera un apeadero del AVE que pasa junto al aeropuerto para conectar a sus viajeros con la capital en 50 minutos. Pero la parada ni está ni se la espera.

Asumido por sus promotores que su futuro no pasa por los pasajeros, la viabilidad de Ciudad Real como terminal de carga tiene mejores expectativas para los expertos. Entre otras cosas, por un factor con el que no pudieron contar sus primeros gestores: el comercio electrónico. El despegue experimentado en los últimos años por la venta online ha impulsado la logística con mucha fuerza. Y esta circunstancia puede ser explotada por Ciudad Real. El aeropuerto está en una situación geográfica única, equidistante de Sevilla, Barcelona, Lisboa, Algeciras, Valencia y Bilbao; y tiene buenas comunicaciones.

Pero para asegurar el éxito de su negocio de carga, Ciudad Real debe mejorar sus conexiones con la autovía a Extremadura así como a la red de ferrocarril convencional. También debe poner en marcha el Punto de Inspección Fronteriza y asentar el puerto seco y del depósito aduanero para poder incluirse dentro de un proyecto europeo de carga de alta velocidad dada su cercanía con el corredor del AVE a Sevilla.

Según su plan de negocio, CRIA tiene prevista una inversión inicial de 18 millones de euros con los que creará 650 puestos de trabajo, 30 de ellos propios, 140 directos y el resto indirectos.