Caso Blesa

El juez Silva, a Blesa: «Se lo digo, tengo que salvar el tipo, quiero instruir bien»

LA RAZÓN accede a la declaración del ex presidente de Caja Madrid. Sostuvo que si no creyera que fuera competente, se hubiera ido a comer y que había una «confabulación». Aseguró ante el banquero: «No creo que las personas se deban evadir de la Justicia porque tengan dinero»

Blesa, impasible, mantuvo durante las dos horas y cuarenta y cinco minutos que duró el interrogatorio que no había tomado la decisión de ejercer ninguna compra en referencia al National Bank de Florida
Blesa, impasible, mantuvo durante las dos horas y cuarenta y cinco minutos que duró el interrogatorio que no había tomado la decisión de ejercer ninguna compra en referencia al National Bank de Floridalarazon

LA RAZÓN accede a la declaración del ex presidente de Caja Madrid. «Se lo digo sinceramente: Yo tengo que salvar el tipo. Quiero instruir bien. Si yo le dejo en libertad, usted puede hablar con todos los que han aparecido aquí referenciados –citados– hoy.»

«Se lo digo sinceramente: Yo tengo que salvar el tipo. Quiero instruir bien. Si yo le dejo en libertad, usted puede hablar con todos los que han aparecido aquí referenciados –citados– hoy. Pueden ir a verle a prisión, claro, pero esto es ya más complicado y en régimen penitenciario yo no me meto... Yo ya voy viendo que hay una confabulación, que puede que la haya, que no estoy seguro. Cuando el señor letrado que le defiende me ha recurrido –varias resoluciones– y dice que hoy hago juicios de valor contra usted, mire, todo lo que yo estoy diciendo hoy y todas las afirmaciones de valor que haga son en su defensa. Yo creo que será mejor para usted saber por dónde va el juzgador y si yo pongo en un auto todos los motivos que puedo tener para ingresar –le– en prisión, debe tener usted en cuenta que sé lo que estoy haciendo. Para mí sería más fácil no decir nada. ¡A ver si vamos a creer que yo no sé decir nada..! Con la décima parte de indicios que yo he plasmado en los autos, claro que hay muchos indicios que se ha podido incurrir en responsabilidad criminal».

Con estas frases argumentó el juez de Madrid Elpidio Silva la decisión de enviar a la cárcel sin fianza al ex presidente de Caja Madrid Miguel Blesa el pasado día 5, en relación con la compra por ésta del banco de Miami City National Bank of Florida. Habían transcurrido más de 2 horas y 40 minutos desde que comenzó la declaración del banquero, a la que ha tenido acceso íntegro LA RAZÓN.

Por su parte, Miguel Blesa utilizó su última palabra para rechazar de plano su participación en cualquier tipo de confabulación, rechazar cualquier responsabilidad en lo que se hubiese podido derivar de la citada compra y defender su gestión al frente de la citada caja y honestidad en su trabajo: «Las decisiones nunca las toma el presidente, las toma un consejo de administración. Yo no he tomado la decisión de ejercer ninguna compra. Una compra como ésta no compromete el futuro de Caja Madrid...De verdad, me parece que no ha lugar a hablar de ninguna confabulación. Yo no he estado confabulado nunca con nadie en el ejercicio de mi profesión. Me he conducido siempre honestamente y la confabulación no supone ninguna honestidad en el desempeño de una tarea y no he estado confabulado con nadie para nada... Si yo no soy un presidente presidencialista, si todas mis funciones estaban delegadas, las tenía que decidir un consejo. No hay presidencialismo ninguno. No podía haber estado el tiempo que estuve en la Caja si hubiese sido presidencialista».

Consejo del juez: No declarar

Poco después, el juez Elpidio ordenaba su ingreso en prisión, en contra del criterio del fiscal, quien no veía indicio alguno de delito en la actuación de Blesa. Poco antes, le explicaba los motivos por los que en su comparecencia anterior, el 18 de mayo, le impuso una fianza de 2,4 milllones para salir de la cárcel. Primero, le hizo ver que él nunca impone fianza a ningún imputado. ¿El motivo? En palabras del propio magistrado: «Yo nunca pongo fianza. Yo no creo que las personas se deban evadir de la acción de la Justicia porque tengan dinero. Es un criterio que tiene este juzgador». Y si lo hizo en la anterior ocasión fue por una simple razón. «Me la pidió Manos Limpias, por ser escrupuloso con el principio acusatorio...no la valoré (la fianza) en función de los daños causados, porque entonces a lo mejor le ponía 100 millones de euros de fianza, porque éstos son los daños que están pivotando aquí, en esta causa».

Al finalizar las exposición de las partes en la «vistilla», tras casi dos horas y media de declaración de Blesa, el juez informaba de su resolución y hasta se permitía el lujo de dar un consejo a los que tuviesen que declarar en el futuro en su juzgado por este procedimiento: «Cada vez que declara o no aparecen más indicios en su contra. No sé qué pasa con esta causa, pero creo que todo el mundo que (tuviese) que venir aquí, tendría que acogerse a su derecho a declarar. Lo digo absolutamente», para, posteriormente, dejar claro que «si me dejan, llegaré hasta el final».

Junto a ello, defendió su competencia para instruir esa causa, en contra de lo sostenido por la defensa, y que lo contrario no le depararía perjuicio alguno: «Si yo tengo el más mínimo viso de que no puedo actuar hoy, ¿es que cree usted que yo voy a dejar de comer? Yo tengo amigos, me iré a otro lado, a otras cosas, no estaría aquí en ésta. Yo, hoy no he comido, ni tendría el juzgado a merced de todo este tema».

Los argumentos de Blesa

Previamente, el ex presidente de Caja Madrid había dado pormenorizadas explicaciones de su actuación en todo lo relacionado con el City National Bank of Florida, en la que rechazó de plano cualquier irregularidad en esa adquisición.

Así, señaló que fue, en primer lugar, la oficina de Miami quien realizó la primera prospección para invertir en la zona, en la compra de un banco, porque tenía un nivel de riqueza familiar y de ahorro superior al de la mayoría de estados. Posteriormente, el «impulso» y el «estudio a fondo del banco» lo realizó Rafael Sánchez Lozano –entonces director de Desarrollo Internacional e Inversiones Especiales– y gente de su equipo». Para la compra se tuvieron en cuenta aspectos esenciales como el activo, pasivo y la solvencia de la entidad.

Al final, y tras consultarle con los órganos correspondientes, se decidió por la adquisición del banco: «Era un gran banco, y continúa siendo bueno, y la prueba está en los datos que se han ofrecido ahora con motivos de la venta».

Junto a ello, defendió que no se pagó en ningún momento «sobreprecio» alguno en esa compra: «Las compañías tienen un valor en libro, es imposible comprar por su valor en libro, pero ello no significa sobreprecio», afirmó al respecto.

Y, en tercer lugar, pero no menos importante, ni mucho menos, fue que el Banco de España no puso reparo alguno a esa compra. Así, afirmó que el organismo regulador «no hizo observancia alguna» a esa operación».

LAS ACTITUDES

Blesa, impasible durante casi tres horas

Permaneció impasible durante las casi tres horas que permaneció en el juzgado del juez Elpidio Silva. Las piernas juntas y casi sin gesticular durante todo el tiempo. Sólo en muy contadas ocasiones cogía la botella de agua que tenía para beber un trago o miraba algunos de los documentos que llevaba consigo. Sólo en contadas ocasiones separó los brazos del cuerpo. Mantuvo el mismo tono durante toda la comparecencia, ni una palabra más alta que otra. En su extensa declaración, no dudó. Sus frases sonaban rotundas en la sala de vistas, firmes, seguro de lo que decía y convencido de ello. Sólo cambió la mirada para dirigirla a su abogado cuando intervenía, poco más. Hasta el punto de que cuando el juez le anunció que iba a ordenar su ingreso en prisión, no cambió de postura, mantuvo la misma, inerme. De hecho, sus últimas palabras antes de abandonar el juzgado con dirección a la cárcel de Soto del Real no fueron para mostrar su contrariedad con la decisión del juez, sino para defender su honestidad profesional y negar cualquier tipo de confabulación. Éste era el mensaje que quería dejarle al juez.

En inglés y choque con la defensa

El juez Elpidio Silva mezcló ironía con vencimiento. Admitió que tenía que «aprender un poco de banca», pero, a continuación, dejó momentos estelares, como cuando aludió a las universidades inglesas para argumentar que Blesa debía conocer los riesgos que suponía invertir en esa zona: «Si empezamos a citar doctrina, en la London Imperial de Londres se explica la «spanish bubble» (burbuja) desde el año 2005, en que los profesores, explican los «management real estate». Pero ya con anterioridad había tirado de la lengua de Shakespeare para sus tesis: «La idea que me da es del «keep and go» . También quiso dejar claro desde el principio lo que pensaba de esta causa, sobre todo con unos correos. «Aquí han pasado cosas muy lamentables, unas detrás de otras». El momento de más tensión se produjo con el abogado de Blesa, cuando le espetó con tono enérgico: «Ya estoy viendo que no me deja interrogarle. No tiene usted la palabra». Y claro, se quedó sin hablar.

Blesa versus Elpidio

MIGUEL BLESA

«No ha lugar a hablar de ninguna confabulación. No he estado nunca confabulado con nadie en el ejercicio de mi profesión».

«El que haya unos correos de hace 5 o 6 años donde palabras dichas de esa manera, sueltas, en ese contexto, puede dar lugar a distintas interpretaciones».

«Yo no he tomado la decisión de ejercer ninguna compra –la del banco americano–. La decisión nunca la toma el presidente, la toma un consejo de administración».

«No se pagó sobreprecio. Era un gran banco y continúa siendo bueno. La prueba está en los datos que se han ofrecido ahora con motivo de su venta».

ELPIDIO SILVA

«Yo ya voy viendo que hay una confabulación, que puede que la haya, que no estoy seguro».

«Yo no le puedo reprochar que su memoria falle, hasta puedo entender que la memoria falle en un correo como éste. Hay que traer argumentos serios».

«El daño producido a la entidad –Caja Madrid– es ostensible. Usted estaba en una situación de garante muy destacada. Usted no tenía un consejo de accionistas encima».

«Yo no sé nada de esto todavía, tengo que aprender un poco de banca... Tenemos distintas maneras de ver el mundo de las entidades financieras».