Bruselas
Grecia: la pesadilla electoral de Merkel
El país heleno se encamina a su tercer rescate, con el futuro cada vez más en el aire. Mientras, el PIB alemán cierra el primer semestre con un crecimieto del 0,7%
La posibilidad de un tercer rescate a Grecia o una quita de la deuda, ésta vez en manos de los acreedores públicos, ha entrado de lleno en la campaña electoral alemana. El país germano se despertaba ayer con un crecimiento de su PIB del 0,7% de abril a junio, tras el cierre en negativo en los primeros tres meses del año. Sin embargo, desde el sur de Europa siguen llegando oleadas de incertudumbre. En la última semana se han multiplicado los mensajes de los diferentes líderes europeos y todo indica que, una vez que Ángela Merkel haya formado su coalición de Gobierno, Atenas volverá a condicionar el rumbo de los países que comparten la moneda única, aunque no se esperan decisiones hasta principios del año que viene.
Ángela Merkel descarta la posibilidad de una quita y prefiere un tercer rescate, esta vez de menor cuantía que los anteriores. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijssselbloem, reconoce que será necesario algún tipo de ayuda adicional y la Comisión Europea, por boca del Comisario Económico, Olli Rehn, es partidaria de una solución intermedia como, por ejemplo, una nueva ampliación de los plazos de devolución de los préstamos.
Para Daniel Gros, director del «think tank» , Centre European Policy Studies, la historia interminable griega no tendrá un gran coste electoral . «Grecia no está en el centro de atención de los votantes alemanes. La gente ya ha asumido que Grecia seguirá siendo siempre un problema y no se sorprenderán si cada cierto tiempo es necesario poner más dinero o si los griegos no son capaces de devolver toda la deuda a tiempo».
Fabian Zuuleg, director del «think tank» European Policy Center no lo tiene tan claro. «Depende mucho de la percepción del electorado alemán sobre la inevitabilidad de un rescate y lo que Merkel defienda. Creo que lo que se percibe es que Merkel está defendiendo los intereses alemanes porque no será necesario más dinero inmediatamente».
El incierto futuro griego
En el caso de Grecia, los miembros de la zona euro pueden volver a encontrarse ante un laberinto sin salida en el que todos los caminos entrañan riesgos. El FMI hace meses ya presionó para una quita de la deuda, esta vez no de las entidades financieras en posesión de los bonos griegos sino de los acreedores públicos: los estados miembros y los vapuleados contribuyentes. Al final se llegó a una salida intermedia típicamente comunitaria: una nueva rebaja de los tipos de interés y una ampliación en la devolución. La gran duda es si este tipo de soluciones, políticamente poco comprometidas, son sólo parches ante la insostenibilidad de la deuda y tan sólo se está enmascarando el problema. Una de las grandes diferencias respecto a anteriores ocasiones es la aparente calma de los mercados financieros y el menor efecto de contagio entre las economías periféricas como España o Italia. Gros cree que hay margen para una nueva solución de este tipo debido a la buena salud de las finanzas alemanas. «Por supuesto será necesario una extensión de los plazos de devolución y menores tipos de interés. El Gobierno alemán está pagando menos de un 1% por sus emisiones a corto plazo, por eso técnicamente no perderá dinero en Grecia, siempre que Grecia pague más de un 1% de interés».
En cualquier caso, la locomotora alemana carbura perfectamente como muestra el crecimiento del 0,7% anunciado por la Oficina Federal de Estadística (Destatis), que se traduce en un excedente de 8.500 millones fruto de «la buena marcha» del mercado laboral alemán.
La economía británica crece por encima de las previsiones
En línea con los buenos datos de crecimiento de los principales socios del euro –Alemania y Francia–, Reino Unido cerró el segundo trimestre del año con un crecimiento del 0,7% de su Producto Interior Bruto (PIB). Según los datos publicados ayer por la Oficina Nacional de Estadística (ONS), el PIB británico superó en un 0,1% las primeras proyecciones del organismo, que cifraban el crecimiento de Reino Unido en un 0,6%. Los expertos señalan que estos datos no hacen sino «renovar las esperanzas de que la recuperación económica del país está en camino». El buen comportamiento que experimentaron los principales sectores eco-nómicos –manufacturero, construcción y sector servicios– se alzó como la causa de los positivos resultados que registró la economía británica. Por otro lado, el porcentaje de crecimiento del PIB durante el segundo trimestre sobrepasó en más del doble lo anotado entre los meses de enero y marzo, cuando creció un 0,3%. Las cifras divulgadas en el día de ayer coinciden con lo experimentado en el tercer trimestre de 2012, periodo en el que tuvieron lugar los Juegos Olímpicos de Londres, que hacen más positivo si cabe el dato de la ONS.
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