Empresas
Humanizar al empleado para lograr una empresa más sostenible
Los expertos coinciden en la importancia de que los líderes de las empresas apuesten por crear entornos laborales felices
Sentirse comprendido, escuchado, valorado o disponer de la confianza por parte de los directivos para poder autogestionar el tiempo de trabajo son solo algunos de los puntos que hacen que acudir al trabajo sea una experiencia más humana. Más feliz. Precisamente sobre ello se reflexionará en el próximo conversatorio «¿Humanizar la experiencia del empleado es clave para la sostenibilidad de las empresas?», organizado en el IE Business School el próximo 25 de septiembre por Comunidad F y AEÍA, un grupo de empresas comprometidas con la felicidad y el futuro de sus equipos. «En España encontramos empresas muy avanzadas en este terreno, no todo está en Silicon Valley», dice Pablo Claver, gerente de sueños en Comunidad F y AEÍA. «Lo extrínseco, como tener un buen salario, no crea de por sí un buen ambiente laboral», indica. Esto, por el contrario, se consigue con que cada persona de la organización sea feliz. Y es que, para este emprendedor, el secreto está en lo humano. «Si tratamos a las personas desde una perspectiva humana, y como empleadores nos preocupamos por ellos y por su formación, podemos llegar hasta donde queramos con nuestro equipo al lado», apunta. Precisamente la formación es uno de los elementos más importantes para Comunidad F y AEÍA. «Damos formación para que las personas aprendan a ser felices, porque esto no nos lo enseñan en el colegio, así que lo que hacemos es darles una serie de herramientas para que estén más agusto tanto en el trabajo como fuera de él», asevera, recalcando que el objetivo es siempre que los empleados vayan a por algo más que a por una nómina. «Para todo esto es esencial definir el propósito de la organización y de la persona, que lo que hagas esté alineado con tu propósito de vida», subraya. Pero no solo para los empleados, sino también para la dirección de la compañía. «El líder del siglo XXI tiene que ser muy humano, el gerente de felicidad de sus equipos. Antes el discurso era que los problemas tenían que quedarse fuera del trabajo, pero la realidad es que nunca se quedan fuera al 100%. Por eso, el jefe tiene que ser una persona empática con sus equipos, cercana a ellos para que den la mejor versión de sí mismos», apunta Claver.
Desde la dirección
El trabajo debe empezar siempre por los comités de dirección para transmitirles cuál es su nuevo rol como gestores de felicidad. «De media, podemos pasar en nuestra vida hasta 80.000 horas trabajando, señala Anna María Hurtado, directora de comunicación de Alares. De esta manera, el trabajo no solo tiene un impacto económico, sino también social, porque permite que las personas se integren en la sociedad, manteniendo contacto con otros con los que, ya sean compañeros o clientes que, de otra manera, tal vez nunca habrían coincidido. «Por supuesto, el trabajo también impacta a nivel de desarrollo personal, por lo que, al final, influye en todos los ámbitos de la vida de las personas y es por eso que cada vez más se está hablando del salario emocional, intrínsecamente ligado a la felicidad», explica Hurtado. «Últimamente se habla mucho de la sostenibilidad ambiental, que es fundamental, pero menos de la sostenibilidad personal, el cómo la empresa tiene un impacto sobre las personas que trabajan para ellas», apunta.
Desde Alares se trabaja con empresas a diario, y han detectado que cuando aplican planes de conciliación y otras medidas como pueden ser las de diversidad, se puede llegar a reducir el absentismo en un 18%, así como las bajas en un 13%, y la gestión de conflictos mejora en un 64%. Por todo ello, sostienen que en esta experiencia de empleado lo primero que se tiene que trabajar es la diversidad, entender la que hay y saber cuál es la que quiere tener la empresa. Además, la diversidad va evolucionando según va evolucionando la vida de las personas. «Otra forma de acercarnos al empleado es la de trabajar con políticas de conciliación, porque si yo soy capaz de entender tus necesidades, tu problemática y tus aspiraciones como empleado, voy a conseguir sacar lo mejor de ti y, con ello, vas a generar lo máximo que puedas dar», añade Hurtado. En este camino por mejorar la vida del empleado destacar los servicios que les cuiden pero no solo a ellos también a su familia y a su entorno y que le permitan dar el máximo en su trabajo, pero también disfrutar de su tiempo fuera de él.
Por su parte, Custodia Cabanas, profesora del IE Business School, señala que la felicidad de los empleados tiene mucho que ver con las compañías con propósito. «Es decir, la importancia radica no solo en el valor de la compañía sino el de las personas que la componen, porque los trabajadores tienen mucho que ver con que la empresa vaya más allá de su puro valor económico», explica. «Todas las investigaciones apuntan a que la felicidad del empleado hace que las empresas sean más sostenibles, pero todavía queda mucho en lo que trabajar», matiza, si bien reconoce que se ha abierto un campo de investigación interesante en este sentido, al que se están destinando recursos debido al creciente interés de las empresas. «Estamos en un momento de cambio y desconcierto, donde se está volviendo a la raíz del ser humano», dice. «Todos los inicios de siglos son periodos convulsos, algo que tiene mucho que ver con los miedos al no saber lo que va a pasar, pero en este panorama tecnológico es un movimiento bastante lógico y esencial y es muy positivo que esté ocurriendo».
Comunidad F ha llevado a cabo, hasta el momento, 14 encuentros en empresas de nuestro país. Junto al Observatorio de Comunicación interna, del que forma parte Fundación Alares, hacen dos eventos al año para hablar de la felicidad de las personas, tanto a nivel laboral como personal.
remos que nuestros clientes tengan la experiencia de cliente, es esencial que los empleados tengan la mejor iniciativa de empleado”, subraya Claver.
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