El futuro de Iberia

Los pilotos aceptan negociar el plan de Iberia

Suscriben el acuerdo firmado por el resto de colectivos para intentar hacer viable la compañía. La negociación podría ir más allá del día 31

Algunas de las pancartas desplegadas en la manifestación convocada esta tarde en Madrid por los sindicatos de Iberia en defensa de los puestos de trabajo y por el futuro de la aerolínea, cuyo plan de reestructuración afectaría a 4.500 empleos en la empresa. EFE/Chema Moya
Algunas de las pancartas desplegadas en la manifestación convocada esta tarde en Madrid por los sindicatos de Iberia en defensa de los puestos de trabajo y por el futuro de la aerolínea, cuyo plan de reestructuración afectaría a 4.500 empleos en la empresa. EFE/Chema Moyalarazon

Los pilotos de Iberia se han sumado al resto de trabajadores de la compañía y han aceptado iniciar un proceso de negociaciones con la dirección de la aerolínea con el fin de alcanzar la sostenibilidad y viabilidad de la misma en el año 2017. Justo Peral, jefe de la sección sindical, y Ricardo Álvarez Solorzano, delegado jefe sustituto, por parte del Sepla, y José Luis Romero Castaño, director de Recursos Humanos, y Margarita Sequeiro, directora de Relaciones laborales, en representación de Iberia, firmaron ayer un documento de dos páginas, en el que ambas partes dan una oportunidad a la negociación, después de meses de tensión.

El documento fue suscrito en su momento por los representantes de los trabajadores de tierra y de los tripulantes de cabina de pasajeros, que habían anunciado una huelga durante seis días del mes de diciembre (entre el 14 y el 21) que finalmente acabaron por desconvocar.

El texto del preacuerdo se determinó el pasado 17 de diciembre en el Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA) entre representantes de la dirección y de CC OO, UGT, USO, Sticpla, Asetma y CTA Vuelo.

No habrá ventas

El documento constituye un acuerdo para la negociación y sienta las bases y los objetivos de las mismas. Las dos partes acuerdan abrir el proceso de conversaciones y realizar todos los esfuerzos posibles para finalizarlas en torno al 31 de enero, que es la fecha límite que había impuesto el consejero delegado de Iberia, Rafael Sánchez Lozano, para lograr un acuerdo o imponer el ajuste que ha presentado la compañía en noviembre. El punto cuarto del documento abre la puerta a una prórroga del plazo siempre y cuando sea necesaria para lograr el acuerdo.

Iberia se ha comprometido con todos los colectivos de trabajadores a conservar los negocios de mantenimiento y handling (tareas de facturación, traslado de maletas, embarque...) «no segregando ni filializando total o parcialmente ninguno», sin acuerdo de las partes. Además, la compañía tendrá que presentarse a los concursos para la renovación de licencias de handling a terceros «con ofertas competitivas y voluntad de ganarlos».

Los pilotos se han comprometido a abordar las medidas necesarias para hacer viable y sostenible la compañía dentro de 5 años. En los nueve primeros meses del año, Iberia acumula unas pérdidas operativas de 262 millones de euros, que superarán los 300 millones en el ejercicio recién concluido. British Airways, su socio en IAG, ha obtenido en el mismo periodo de tiempo un beneficio de 286 millones.

Recuperar actividad

A cambio del compromiso del Sepla, la compañía intentará recuperar aquella producción de corto y medio radio (las rutas más deficitarias de la compañía) que realizan otros operadores con código Iberia.

El acuerdo al que intentan llegar las partes reflejará un compromiso de nivel de actividad de la compañía por año en la magnitud que se acuerde. Iberia se compromete a realizar la inversión que sea necesaria para renovar su flota, con el fin de alcanzar los objetivos previstos. Asimismo, el acuerdo final tiene que incluir un nuevo programa de vuelos que asegure a Iberia una utilización adecuada de sus recursos materiales y humanos.

El último de los puntos a los que compromete Iberia es a aplicar el Expediente de regulación de Empleo 72/01 como instrumento prioritario para solventar el posible excedente laboral. Los aspectos de este ERE podrían ser modificados en función de los acuerdos que alcancen las partes. Este ERE está en vigor desde el año 2001 y ha sido prorrogado en al menos cuatro ocasiones: 2002, 2004, 2007 y 2010.

Por la mañana, antes de la reunión, Justo Peral había apuntado que lo que gravitaba sobre la negociación era el «tremendo agujero» de los fondos de pensiones de British Airways, que cuantificó en 6.000 millones. En su opinión, para cubrir esos gastos futuros, IAG debería obtener todos los años unos beneficios de 1.200 millones. Para los pilotos, lo que IAG está tratando es de que los despidos (4.500 que contempla el plan de ajuste, como consecuencia de una reducción de la actividad y de la flota) y parte de los activos de Iberia acaben pagando las pensiones británicas.

Según las fuentes consultadas por LA RAZÓN, en la reunión, que duró poco más de una hora, estas acusaciones no salieron a relucir en ningún momento. Dirección y pilotos vuelven a reunirse hoy para buscar puntos de acuerdo.

El gobierno mira con lupa a la aerolínea

El Gobierno se ha convertido, sin quererlo, en el principal aliado de los pilotos. Justo Peral, máximo responsable sindical del colectivo, agradecía ayer al Ejecutivo, en declaraciones a RNE, que hubiera exigido a la compañía española de bandera el mantener su liderazgo en las rutas que unen España con Iberoamérica, además de la conectividad entre las distintas ciudades españolas. En el Gobierno no sentó nada bien que la dirección de Iberia presentara un plan de ajuste que conllevaría una fuerte reducción de la actividad y de la flota de aviones, y el cierre de muchas rutas, algunas tan históricas como Madrid-La Habana o Madrid-Santo Domingo. Las mayores críticas han provenido del Ministerio de Fomento, valedor de la T-4, que vería mermadas sus posibilidades, y de Industria. Desde La Moncloa no se entiende que para volar a Cuba haya que hacer escala en Londres o en otra capital europea.