Distribución
La exprimidora de naranjas más grande del mundo
Está en Huelva y es de la marca española Don Simón. Su alta tecnificación y la utilización de naranjas ecológicas otorgan a su zumo una calidad excepcional
Vanguardia, tecnología, sostenibilidad. Son algunas de las características que convierten a la planta de Huelva de Don Simón en un referente en todos los sentidos. La prestigiosa marca de zumos ha realizado un gran esfuerzo económico para situar a su zumo de naranja como líder del sector. El proyecto de la fábrica se sostiene bajo dos pilares básicos: agricultura e industria. Don Simón, que pertenece al grupo J. García Carrión, es la única empresa que recolecta naranjas de zumo de la variedad Valencia –caracterizadas por su dulzor natural y su baja acidez–, las cuales exprime y envasa en menos de 24 horas desde su recolección.
Situada en Villanueva de los Castillejos, la fábrica tiene capacidad para exprimir 400.000 toneladas al año y dos millones de kilos de naranjas por día, aunque está preparada para doblar dicha producción. Su emplazamiento en un lugar privilegiado de Huelva es ideal. «Ésta es la única zona de España donde no hiela nunca, un factor fundamental para la cosecha de la naranja», expresó Luciano García Carrión, vicepresidente de la compañía. En la planta empleados en la actualidad más de 350 trabajadores, la mayoría nativos de la localidad, los cuales han encontrado en Don Simón una oportunidad única para desarrollar su trayectoria profesional en una empresa multinacional pero que sigue conservando el aroma familiar presente desde su creación. Todos los empleados son muy queridos por la familia García Carrión, especialmente por Fala Carujo, directora de Marketing, que no duda en mostrarles su cariño al recorrer la finca.
Para lograr una calidad de zumo exquisita, dos de los fundamentos de la empresa son un único proceso de enfriado del mismo y la nula utilización de productos fitosanitarios. Estos dos conceptos marcan una clara diferencia con otras elaboraciones como por ejemplo el zumo brasileño, cuya calidad es cuestionable debido al uso de pesticidas y sus varios procesos de enfriado.
Antonio Moreno, director de la planta de Huelva, explicó el recorrido que realiza la naranja desde su recolección hasta el punto en el que el zumo llega a los supermercados. Una vez se extrae de la plantación es fundamental exprimirla lo antes posible porque, como es habitual en toda fruta, empieza a perder sus propiedades. Las más de 1.500 hectáreas de millones de naranjos que rodean la planta permiten a la compañía recoger y envasar el zumo en menos de 24 horas. El proceso que abarca estas dos acciones es simple pero a la vez está muy tecnificado. La naranja es recogida o bien a través de máquinas especialmente diseñadas por Don Simón, que seleccionan automáticamente las naranjas en su punto óptimo de maduración para los árboles más grandes, o bien recogidas a mano en el caso de los naranjos más pequeños. Las naranjas son transportadas rápidamente en camiones a la planta, donde atravesarán varios procesos de lavado y serán diversificadas según su tamaño. Después son llevadas en cinta hasta una treintena de exprimidoras, las cuales extraen el zumo sin que éste entre en contacto con la piel de la naranja. El zumo es refrigerado rápidamente a cuatro grados en unos tanques asépticos de cuatro millones de litros de capacidad. Una vez refrigerado se traslada a la zona de envasado y transportado al camión de carga por medio de unas máquinas autónomas y sin conductor, diseñadas por el equipo científico de la compañía.
En los últimos años, Don Simón ha hecho un gran esfuerzo para adaptarse a la sensibilidad del medio ambiente que todos debemos tener presente. La planta de Villanueva de los Castillejos es pionera a nivel mundial en un proyecto en el que se deben cumplir a rajatabla tres ceros: cero consumo neto de agua, cero emisiones contaminantes y cero residuos. «El concepto de «Economía Circular» que está ahora de moda lo llevamos aplicando en Huelva desde hace muchos años», apuntó Antonio Moreno. Cada proceso que se realiza en la planta tiene un beneficio, por lo que el coste de actividad es de once euros negativos por cada tonelada de zumo. «Somos la única empresa a la que el proceso de producción no le cuesta dinero, sino que le genera riqueza», señaló Luciano García Carrión.
Aunque la fábrica dispone de tres balsas de agua que contienen millares de metros cúbicos, regar las más de 1.500 hectáreas de naranjos podría suponer un continuo derroche de agua. Frente a este inconveniente, los técnicos de Don Simón inventaron un método para reciclar la totalidad del agua utilizada y además descubrieron que esta nueva técnica servía como fertilizante para la cosecha.
Menos emisiones
La empresa se ha mentalizado de la importancia que tiene la preservación de nuestro planeta y, por ello, ha realizado meticulosos estudios para realizar su actividad con las menores emisiones contaminantes posibles. Para lograrlo, en gran parte del proceso de exprimido utilizan biomasa para generar gas metano que reduce en un 30% el consumo de gas natural. En este sentido, Don Simón es pionera en reutilizar la energía que otras compañías consideran desecho.
Al exprimir miles de naranjas al día, la cantidad de residuo que se almacena con la cáscara de la fruta es inmensa. «Hacerse cargo de más de 200.000 toneladas de piel de naranja conllevaría un enorme gasto en logística», afirmó el director de la planta. Para hacer frente a este problema, la compañía estudió la posibilidad de tratar la cáscara y convertirla en otro producto. Descubrieron que triturándola y sometiéndola a un proceso de prensado para después secarla con biomasa, se creaba un pienso que servía como alimento para los rumiantes. «El problema no estaba del todo solucionado, ahora necesitábamos venderlo a los ganaderos», apuntó Antonio Moreno. Los científicos descubrieron que el nuevo pienso creado contenía altos índices de proteínas, que son esenciales en la dieta de los rumiantes, lo que produjo un gran interés en los ganaderos y un aumento en la competencia en el mercado.
Don Simón quiso ir más allá y decidió crear más productos en base a la cáscara. Además del pienso para rumiantes, también son capaces de crear aceites esenciales, que cumplen una importante función en la industria alimentaria; así como D-Limoneno, una sustancia natural utilizada como sustituto de algunos derivados del petróleo y en la fabricación de disolventes industriales, desengrasantes y detergentes. Incluso han logrado comercializar un perfume que lleva la firma de Fala Carujo. El equipo científico está trabajando actualmente en fabricar las propias botellas y envases de los zumos a partir de la piel de naranja. Un proyecto ambicioso que teniendo en cuenta el éxito de los anteriores, es muy probable que algún día se convierta en realidad.
ComprLa fábrica de Villanueva de los Castillejos ha reservado 250 hectáreas dentro de la finca para favorecer la recuperación de la avutarda, un ave esteparia catalogada en peligro de extinción. La planta les proporciona su entorno óptimo con bebederos, eliminación de matorral, siembra de hierbas leguminosas y un mantenimiento del agua.
Además, durante el año 2017 Don Simón donó al Banco de Alimentos un total de 125.000 toneladas de zumo para los más necesitados, por lo que la producción también posee un beneficio destinado a la sociedad. Con razón la empresa ha cambiado su tradicional eslogan de «Don Simón cuida de ti» por «Don Simón cuida de ti... y del planeta».
omiso con la fauna
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