Maestros y personal sanitario, los nuevos damnificados

Madrid- Se pregunte a quien se pregunte, el paro preocupa una enormidad. A los que no tienen trabajo, porque carecen de ingresos para subsistir. Y a los que escudriñan los datos macroeconómicos, porque saben que una sociedad con una tasa de desempleo elevada no gasta, y sin consumo, la economía no tira. En España, el desempleo es una de las principales rémoras. Según la última EPA, la de enero, en España hay 5,9 millones de parados, lo que representa el 26,02% de los que están en edad y en condiciones de trabajar. Sólo en 2012, se destruyeron 850.500 empleos, lo que supuso un incremento del 41,6% con respecto al ejercicio anterior. La cifra de desempleados registrados en las oficinas del Servicio Público de Empleo (SPE) era en marzo de 5.035.243 después de que en ese mes su cantidad se redujese en 4.979 con respecto al mes anterior. Pero lo alentador de esta estadística para el Gobierno, más allá de esta reducción, es que, por cuarto mes consecutivo, el paro creció en tasa interanual a un ritmo inferior al 10%. Lo hizo al 6%, frente al 7% de febrero, lo que induce a pensar no sólo al Ejecutivo sino también a algunos expertos en un posible cambio de tendencia en el mercado laboral dado que el ritmo de destrucción de empleo se está frenando.

Por sectores de actividad, en 2012 se registró una circunstancia excepcional. Según la EPA, por primera vez desde que estalló la crisis, el sector público destruyó porcentualmente más empleos que el privado. En concreto, la administración redujo su número de asalariados un 6,98% frente al recorte del 5,8% de las empresas. La administración tenía 2,91 millones de asalariados en el cuarto trimestre de 2012, 218.900 menos que a finales de 2011. Las administraciones han comenzado la poda por los interinos, lo que se ha dejado sentir de forma más intensa en los sectores de la educación y el sanitario.