Montoro impone el debate de la recuperación

No fue un discurso sobre Presupuestos al uso. De hecho, no se recuerda un ministro que subiera a la tribuna a defender las cuentas públicas y no aprovechara su ilimitado tiempo para adentrarse en las cifras, desmenuzar los capítulos o comparar datos. Cristóbal Montoro prefirió ayer lanzar mensajes: a los nacionalistas catalanes, a la oposición, a los funcionarios y a los españoles, pero de Presupuestos habló poco. Su propósito: imponer un debate sobre la recuperación y discutir sólo sobre «cuánto vamos a crecer». Fue su primer aviso a una oposición que iba a defender hasta once enmiendas a la totalidad. Y es que, según sus palabras, «sería muy negativo que algún grupo negara que el año que viene habrá recuperación» porque hay motivos sobrados para afirmar que hay «bases sólidas» para superar el ajuste. Así que el debate que él inauguró por la mañana y se reanudó por la tarde con la intervención de Rubalcaba, debía centrarse en cuánto va a crecer el país. Y el que no lo haga, advirtitó, pone palos a la recuperación. «Hoy podemos decir –solemnizó– que no sólo hay luz a final del túnel, sino que en ese túnel ya se atisba la salida de la crisis». Más aún con unas cuentas que definió como «comprometidas» con la austeridad presupuestaria y que encauzan las finanzas públicas hacia la estabilidad, uno de los principales fundamentos de la recuperación, junto a las reformas estructurales como la laboral o financiera. Y si el ministro lanzó semejante advertencia a la oposición, quiso también trasladar un mensaje a los independentistas catalanes: «Si alguien sale de Europa retrocedería dramáticamente su nivel de bienestar».

Los funcionarios fueron el siguiente colectivo que incluyó Montoro en su parlamento. Y lo hizo para anunciar que «en cuanto la recuperación económica lo permita», el Gobierno recuperará parte de los días de libre disposición –«moscosos»– de los empleados públicos que se les retiraron en julio de 2012. No en vano reconoció que los trabajadores de la función pública están «haciendo con su esfuerzo un gran servicio a España y a la recuperación» y que el Gobierno quería agradecer y poner en valor públicamente esa labor. De ahí que aprovechara para «trasladarles la confianza y la seguridad» de que en cuanto «las condiciones presupuestarias lo permitan», el Ejecutivo tiene intención de «mejorar sus condiciones laborales».

Ya en su réplica vespertina a Rubalcaba negó la pérdida de poder adquisitivo (con una tasa de inflación interanual por debajo del 1 por ciento «el problema desaparece») y se enzarzó con el líder de la oposición a cuenta del elevado aumento de la deuda pública, que achacó a las cuentas pendientes que dejó el PSOE. Esto fue antes de que se quejara por que el PSOE «no ha apoyado ni una sola medida» impulsada por el Gobierno, pero aplaudiera que Rubalcaba reconociera en su exposición que el año que viene habrá crecimiento económico.

Su cara a cara con el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran Lleida sirvió para que el ministro anunciara que las comunidades podrán quedarse con la recaudación del Impuesto de Patrimonio a partir de 2014 y cifrara en 25.795 millones de euros el dinero destinado a Cataluña en medidas de liquidez durante 2012 y 2013. Exactamente.

, la mitad de todos los mecanismos de financiación dispuestos por el Gobierno de España.