Europa

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La Razón
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La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, confirmó ayer la detención del colapso en la economía mundial. Al mismo tiempo, el Banco Central Europeo declaraba que la confianza de los mercados financieros ha aumentado «de forma significativa» y algunos indicadores coyunturales se han estabilizado. Eso sí, rápidamente ambos matizaban que esperan que la debilidad en la zona euro se prolongue, a la vez que creen en una recuperación «gradual».

Sin duda, algo ha cambiado en el sentimiento hacia Europa y, muy especialmente, hacia España. La ONU argumentaba ayer que aunque las medidas adoptadas por el Banco Central Europeo (BCE) y Bruselas han rebajado la presión de los mercados financieros sobre países como España o Italia, no se ha roto aún el vínculo entre los problemas bancarios y la deuda soberana. Hasta el propio «The New York Times» editó un positivo artículo sobre nuestro país, señalando que enero estaba siendo un mes de parón del deterioro para España, y hacía hincapié en cómo se había relajado la prima de riesgo, cómo había retornado el optimismo y cómo estaba comenzando a volver la inversión extranjera a las empresas españolas. Eso sí, matizaba que el optimismo es flor de un día y alertaba (con razón) de que se tenían que hacer más reformas para crear empleo.

Sin duda el esfuerzo de austeridad, de reducción del déficit y la progresiva implementación de reformas estructurales y liberalizadoras en nuestro país está rindiendo sus frutos y transmitiendo el mensaje de que somos un país serio, capaz de cumplir sus compromisos y de afrontar situaciones adversas con coraje. Ya decía Benjamín Franklin que «Dios ayuda a los que se ayudan a sí mismos».