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Repsol entrará en el negocio minorista de gas y electricidad

La compañía presenta su nuevo plan estratégico que prevé 15.000 millones en inversiones

El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imáz, durante la presentación del plan estratégico de la compañía para el periodo 2018-2020/Efe
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imáz, durante la presentación del plan estratégico de la compañía para el periodo 2018-2020/Efelarazon

Destinará 2.500 millones a proyectos energéticos de bajas emisiones.

Repsol ha presentado hoy la actualización de su Plan Estratégico para el período 2018-2020. Los planes de la petrolera pasan por invertir 15.000 millones de euros en el periodo y elevar a un euro por acción su dividendo dentro de dos años. Según ha explicado, la compañía está preparada para alcanzar sus objetivos incluso con una cotización media del petróleo de 50 dólares al barril, muy inferior a los casi 76 dólares en que cotiza en la actualidad. La petrolera ha actualizado sus planes después de que en sólo dos años haya logrado los objetivos marcados para el periodo 2016-202 0 a pesar del bajo precio que el crudo y el gas tuvieron en los años anteriores, según ha explicado.

La estrategia de Repsol se basa en tres pilares: junto a la remuneración creciente para el accionista, están el crecimiento rentable de sus negocios (“upstream” y “downstream”) y el avance en la transición energética a través de nuevas iniciativas.

En lo que se refiere al dividendo, Repsol se propone incrementarlo anualmente una media del 8%, hasta 0,95 euros por acción en 2019 y un euro en 2020. Para ello, seguirá utilizando la fórmula de dividendo flexible, junto con un programa de recompra de títulos que, con su amortización, evitará la dilución de quienes opten por cobrar en efectivo, lo que elevará el beneficio por acción.

Para mejorar el desempeño de sus divisiones, Repsol tiene previstas unas inversiones para el periodo de 15.000 millones, repartidas un 53% en el negocio de “upstream” (exploración y producción) y un 45% en “downstream” (refino, química, marketing, lubricantes, trading, GLP y gas & power) y en activos de bajas emisiones.

En el negocio de “upstream” invertirá 7.900 millones de euros. Alrededor del 60% de esta cantidad la destinará a proyectos de crecimiento y a exploración. Su objetivo es incrementar su producción hasta los 750.000 barriles equivalente de petróleo al día y garantizar un nivel de reservas óptimo a medio y largo plazo. Priorizará los proyectos “onshore” (en tierra) y en aguas someras, donde Repsol cuenta con ventaja competitiva. Sus principales inversiones se concentrarán en el crecimiento orgánico, en activos ya existentes que no requieren de importantes desarrollos, que son grandes generadores de caja y que le permitirán aumentar la producción a corto plazo. Repsol complementará el aumento de la producción con la sustitución de barriles por otros con mayor margen de beneficio. El plan de la petrolera contempla un incremento del flujo de caja operativo orgánico del 50% en “upstream”, hasta los 3.000 millones de euros, en un escenario lineal de precios del Brent a 50 dólares por barril. La petrolera también pondrá en marcha un nuevo programa de eficiencia y digitalización en esta área con el objetivo de alcanzar los 1.000 millones de dólares de flujo de caja libre al año en 2020, de los que ya ha identificado y materializado proyectos por 600 millones de dólares.

En el negocio de “downstream”, Repsol pretende consolidar su posición de liderazgo en áreas como el refino y el marketing. Para ello, invertirá 4.200 millones, repartidos entre la expansión internacional de algunos de sus negocios y el mantenimiento y mejora de sus activos clave que. Su internacionalización incluye el negocio de estaciones de servicio en mercados como México, donde ha abierto ya 30 instalaciones, y Perú, donde dispone de casi 500 puntos de venta. En otros negocios, como lubricantes y gases licuados del petróleo (GLP), donde Repsol es el primer operador en España, impulsará su crecimiento en Asia y Sudamérica, en el primer caso; y en el sur de Francia y Marruecos, en el segundo. Trading será otra de las áreas de “downstream” que quiere dinamizar, sobre todo a través del desarrollo de un negocio global de crudo y de la optimización de las operaciones de flete. También impulsará la química enfocada a productos de alto valor, con aplicaciones en sectores de alta demanda y márgenes, como el farmacéutico y alimentario. Con todas estas iniciativas, Repsol estima que su flujo de caja operativo de “downstream” aumentará en 700 millones de euros en 2020 en comparación con 2017, lo que supone un alza del 27% durante el período.

A estos negocios Repsol pretende sumar la creación de nuevas oportunidades a largo plazo en iniciativas bajas en emisiones, así como el desarrollo de nuevas capacidades en este ámbito. Sus inversiones en este ámbito serán de 2.500 millones, con el objetivo de alcanzar 2,5 millones de clientes minoristas de gas y electricidad en España a 2025, con una cuota de mercado superior al 5% y una capacidad de generación baja en emisiones de alrededor de 4.500 megavatios (MW).