Coronavirus

Menos ruido y más unidad

El objetivo es la cohesión y desde ella generar respuestas eficaces a la crisis

Menos ruido y más unidad
Menos ruido y más unidadCIPRI PASTRANO DELGADOLa Razón

Cuando Pedro Sánchez se avino a reunirse con Isabel Díaz Ayuso después de meses de silencio e incomunicación con el gobierno de todos los ciudadanos de Madrid, entendimos que se trataba de una magnífica oportunidad de establecer de una vez por todas la unidad de las administraciones como el instrumento más eficaz contra la pandemia. Defendimos que el presidente del Gobierno había acertado al rectificar su desatención hacia el ente regional y que ese nuevo clima institucional redundaría en beneficios para la sociedad. Es cierto que los acuerdos se ciñeron a la creación de comisiones de trabajo y coordinación y que, por consiguiente, hubo más palabras que hechos, pero el simple gesto de una reunión y una mano tendida nos pareció positivo. Y no es que nuestra confianza en la palabra dada de Pedro Sánchez se hubiera disparado de repente o que pensáramos que Moncloa había interiorizado cuáles debían ser las prioridades de un Gobierno serio en una emergencia sanitaria como la actual. Esta semana se celebraron los primeros encuentros de los denominados grupos Covid y echó a andar una variante de la cogobernanza que debería dar resultados si todos los actores ponen de su parte. La coordinación no se alcanza por un procedimiento espontáneo, sino que hay que perseguirla, trabajarla y creer en ella. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, no ayudó ayer a generar sinergias y empatías en los nuevos foros de toma decisiones con la contraprogramación de una rueda de prensa para rebatir las decisiones del gabinete madrileño. Especialmente, porque Sanidad no objetó en la cita del martes las medidas dispuestas por la Comunidad de Madrid, que eran en síntesis la extensión de las restricciones a nuevas zonas básicas de salud por sobrepasar las tasas de contagio convenidas, y sólo se desmarcó de ese consenso el pasado jueves cuando apeló al cierre de la capital y de todos los municipios que superaran los 500 infectados por cien mil habitantes. ¿Cuál fue el giro en el escenario pandémico que provocó ese volantazo drástico en el Gobierno? Se ignora. En principio, lo que salta a la vista es que los grupos Covid deben mejorar y con urgencia su capacidad de coordinación y comunicación. El ciudadano espera respuestas para doblegar al virus y no más bronca política; quiere eficiencia de sus administraciones y no tacticismo de partido. No se trata ahora de cavar más hondo la trinchera, sino de que se comprenda que la prioridad es la salud de las personas y que todos los esfuerzos que no se dediquen con honestidad a ello sirven a otros intereses y por tanto sobran. El Gobierno y la Comunidad de Madrid no pueden ni deben estar en bandos opuestos, sino que están obligados a sumar y coadyuvar a que superemos la pandemia y minimicemos sus secuelas.