Elecciones
El pulso al estado desgasta a mas
En junio, Mas había perdido 10,5 puntos, 19 escaños y más de 350.000 votantes con respecto a 2012. Agrupados CiU y ERC como Juntos por el Sí, la caída era de 6,7 puntos dos meses después
El heredero de Jordi Pujol consiguió con el 38,4% del voto y 62 escaños ganar las elecciones de 2010, que derribaron al tripartit, pero insatisfecho por no haber logrado la mayoría absoluta dio su primer paso en falso disolviendo anticipadamente el Parlament y poniendo fin a una legislatura de tan sólo dos años.
Pero Artur Mas fracasó en las elecciones autonómicas de 2012. No sólo no sumó el anhelado voto independentista con el que pretendía alcanzar la mayoría absoluta, sino que perdió votos y escaños. Descendió 7,7 puntos al pasar del 38,4% al 30,7%. Redujo su grupo parlamentario de 62 a 50 diputados. Además, desde entonces no ha hecho más que bajar en las sucesivas encuestas que se han venido realizando.
En noviembre de 2014, coincidiendo con el segundo aniversario de las elecciones autonómicas, LA RAZÓN publica un sondeo de NC Report en el que se constata el importante desgaste de Mas en su tozudo pulso al Estado. En ese momento, Convergència i Uniò (CiU) pasaba del 30,7% del voto en 2012 al 22,8%: su caída era de 7,9 puntos porcentuales. En escaños pasa de 50 a 34. Mientras que el gran beneficiado era Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que veía incrementar su porcentaje de voto en sólo dos años del 13,7% al 21,0%, creciendo 7,3 puntos al tiempo que mejoraría su representación parlamentaria al pasar de 21 a 32 escaños en total.
En la encuesta de NC Report para LA RAZÓN del pasado mes de enero, la suma de CiU y ERC era del 43,2% del voto válido, y el número de escaños de ambos era de 67, con lo que se situaban conjuntamente a sólo un escaño de la mayoría absoluta, pero perdían cuatro parlamentarios y 1,2 puntos porcentuales de voto con relación a las elecciones de 2012. Pero lo más significativo de este sondeo era que, por primera vez, ERC adelantaba en voto a CiU. Los porcentajes eran entonces de un 21,7% para los republicanos y un 21,5% para los de Mas.
Inmediatamente antes de crear la coalición Juntos por el Sí y tras la disolución de CiU, NC Report otorgaba a finales de junio a Convergència el 20,2% de los votos, frente al 22,3% de ERC, que partía en 2012 únicamente con el 13,7% de los votos.
Queda claro que es ERC la que se ha convertido en el auténtico partido nacional catalán, ya que es la formación que ha crecido sin sustraer apenas votantes a CiU, sino principalmente con los votos de unos 250.000 independentistas en la órbita de ANC y que apuestan básicamente por ERC y en mucha menor proporción por la CUP. Entre CiU y ERC sumarían 64 escaños, siete menos que en las anteriores elecciones autonómicas catalanas.
En este punto, Mas ya había perdido 10,5 puntos porcentuales, 19 escaños y más de 350.000 votantes, en comparación con las elecciones de noviembre de 2012, al tiempo que ERC ganaba 8,6 puntos porcentuales, 12 escaños y 275.000 votantes.
Dos meses después, el pasado agosto, y agrupados bajo un mismo cartel electoral –Juntos por el Sí–, el sondeo de LA RAZÓN les daba una expectativa de voto del 35,8%, lo que representa un retroceso de 6,7 puntos desde junio, ya que entonces por separado sumaban el 42,5% del voto válido. Su grupo parlamentario estaría integrado por 56 diputados, 15 menos que en noviembre de 2012, alejándose todavía más de la mayoría absoluta.
De los 5,4 millones de electores catalanes, tan sólo 1,2 millones votarían en este momento por la candidatura en la que se integran la conservadora Convergència por un lado y la progresía catalana de ERC+ANC+Ómnium Cultural por otro. En 2012, la suma de votos de CiU y ERC representó 1,6 millones de votantes, 400.000 mil más que ahora. Señal evidente del desgaste de los secesionistas.
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